Las riquezas naturales de cualquier nación representan una posibilidad para alcanzar la prosperidad económica, el progreso y el bienestar para su población, sin embargo, en algunos casos deben lidiar con la ambición de otros que desean adueñarse de esos tesoros. Como le sucede a este país que cuenta con más de 20 millones de toneladas de futuro bajo tierra, y mientras China lo corteja, Estados Unidos lo ataca.
Un país descubrió que posee las riquezas del futuro
Históricamente, la valoración de diferentes clases de elementos ha ido cambiando, todo depende de cuáles son los requerimientos que se tienen en cada época, como la sal, que en la actualidad es algo de uso cotidiano, pero en tiempos antiguos hasta servía como moneda de pago para los trabajadores. Más recientemente, el petróleo era conocido como el oro negro por su importancia para la economía.
Y aunque hoy en día sigue siendo imprescindible, posiblemente en el transcurso de algunos años su valor se irá reduciendo a medida que se desarrollen otras fuentes de energía que, además de ser limpias, también resulten más eficientes. Por eso, China y Estados Unidos usan distintas estrategias para tratar de obtener el mayor provecho posible de los 20 millones de toneladas de futuro que guarda este país bajo tierra.
Brasil es asediado por las grandes potencias
Brasil sorprendió al mundo cuando se dio a conocer que posee unas reservas superiores a los 20 millones de toneladas de tierras raras, ocupando así el primer lugar en el continente americano y el segundo a nivel mundial. Por esa razón, las grandes potencias del planeta pusieron sus miradas en el gigante del sur, que ahora entra a las grandes ligas de la geopolítica mundial gracias a que posee las riquezas del futuro.
Las tierras raras son minerales que han cobrado mayor relevancia por su trascendencia para la transición energética, pues, entre otras cosas, resultan imprescindibles para la fabricación de las baterías para vehículos electrificados. Y adicionalmente, son esenciales para el desarrollo de las nuevas tecnologías porque, debido a sus propiedades particulares, son necesarios para diversas piezas de equipos informáticos.
China y Estados Unidos están interesados en este tesoro, así que cada uno desarrolla su propia estrategia para obtener la mejor parte. El gigante asiático (que es el llamado país de las tierras negras) saca ventaja de las buenas relaciones que existen entre los presidentes Xi Jinping y Lula da Silva, que facilitan las negociaciones entre ambos países, mientras que Estados Unidos ha optado por una táctica agresiva que incluye la guerra económica y ataques al presidente.
De manera que Brasil se encuentra bajo el asedio de las dos grandes potencias, así que es cuestión de tiempo para ver si prefiere el cortejo chino o aprovecha y negocia favorablemente los aranceles con Trump. Por otra parte, Lula ha expresado que piensa beneficiar su país con esta nueva riqueza, porque le permitiría alcanzar un desarrollo tecnológico que lo elevaría al mismo nivel de los países desarrollados en el futuro.
Las tierras raras permitirán el desarrollo de Brasil
El descubrimiento de grandes yacimientos de tierras raras en Brasil le brinda la oportunidad de convertirse en una potencia tecnológica, pero, para llegar a ese sitial, debe superar el obstáculo que representa la extracción de esos minerales que requieren de una enorme pericia técnica y grandes inversiones. En ese sentido, podría sacar ventaja del interés de las grandes potencias en esos recursos para asegurarse un futuro brillante.
En definitiva, el descubrimiento de grandes yacimientos de tierras raras, con más de 20 millones de toneladas en Brasil, ha despertado el interés de China, que tiene buenas relaciones con ese país, y de Estados Unidos, que los ataca por medio de los aranceles (aunque hay otros minerales que también son cruciales para la transición energética). Solo el tiempo dirá cuál de las dos potencias tomará ventaja de este hallazgo en el futuro.