La ciencia avanza de manera indetenible, ofreciendo nuevos adelantos en diversas áreas, y también, en muchos casos, demuestra que algunos adelantos no eran tan positivos como se creía. Tal como ocurrió con el uso de los combustibles fósiles, al comienzo se pensaba que ya se había encontrado la solución a los problemas energéticos, pero trajo consecuencias nefastas para el medioambiente. Y ahora, el futuro de la humanidad podría depender de llevar a cabo algo tan aparentemente imposible como la creación de soles en la Tierra, una apuesta muy arriesgada.
Las diferencias se superan cuando hay una meta común
Las consecuencias del cambio climático para el futuro son muy conocidas y, adicionalmente a ellas, también ha traído complicaciones a la situación energética actual. Porque a eso hay que sumarle los enormes requerimientos de las nuevas tecnologías, entre las cuales siempre sobresale la inteligencia artificial. Ahora bien, esta situación se ha tratado de solucionar mediante la expansión de las renovables, pero eso sigue siendo insuficiente.
Y mientras no se logre desarrollar alguna fuente de energía más sólida y no contaminante, el futuro de la humanidad sigue estando comprometido. Este problema ha unido a varios países, a pesar de las muchas diferencias que hay entre ellos, con la finalidad de hallar una solución efectiva. Así que entre todos decidieron apostar por lo imposible, y emprendieron una ambiciosa empresa dedicada a la creación de soles en la Tierra.
Crear soles en la Tierra depende de cierto material
Resolver, o al menos reducir, el cambio climático pasa por desterrar de forma definitiva los combustibles fósiles como fuente energética. Pero las necesidades cada vez mayores de esta deben satisfacerse por otras vías, y de allí nació la iniciativa de imitar a las estrellas. Pues estas obtienen su energía de la fusión nuclear, que es infinita y no contamina, así que el futuro de la humanidad depende de crear soles en la Tierra.
Sin embargo, el desarrollo de la fusión nuclear es complejo, pues esta requiere de temperaturas similares a las del sol, en torno a los 150 millones de grados Celsius. Así que el material usado para la fabricación de la cámara donde ocurre la reacción debe soportar ese calor y los disparos de neutrones. Estos componentes sin carga se generan durante la fusión de tritio y deuterio, y son liberados junto con un núcleo de helio, tal como está haciendo China.
Y los neutrones no se quedan en el plasma, así que salen e impactan las paredes del reactor con una fuerza de 14 megaelectronvoltios. Así que la elección del material para la cámara es crítica, y por eso tanto China como Países Bajos ya cuentan con un generador lineal de plasma. Esto les permitirá experimentar en un ambiente similar al de una cámara de fusión, para elegir el elemento más adecuado para tal fin, en un futuro cercano.
El futuro de la energía depende de la fusión
Durante el desarrollo del foro FusionForward, patrocinado por la Fundación Innovación Bankinter, la mayoría de los investigadores de varios países indicaron que la fusión nuclear está bastante adelantada. Por lo cual, es posible que entre los años 2035 y 2045 se comience a producir electricidad mediante esta tecnología. Aunque este es un proceso tan complejo que algunos creen que se necesitará más tiempo.
Pues para la creación de estos soles terrestres todavía quedan varios problemas técnicos por resolver, como la elección del material de la cámara del reactor. Sin embargo, la cooperación internacional con el ITER, así como el interés de diferentes organismos públicos y privados, pueden adelantar la llegada de esa tecnología. Y es que el futuro de la humanidad depende de contar con una fuente de energía limpia y abundante como la fusión nuclear.
En definitiva, el futuro de la humanidad podría depender de una apuesta aparentemente imposible, la creación de soles en la Tierra. Pero esta es una tecnología muy compleja que requiere temperaturas extremas, unos 150 millones de grados Celsius, y soportar disparos de neutrones liberados en la reacción. Por eso la elección del material de la cámara de fusión es crítica, pero ya China y Países Bajos están trabajando en ese aspecto, pero en España hay una complicada paradoja. La cooperación entre muchos países hace suponer que entre 2035 y 2045 se podría generar electricidad mediante esta tecnología.