Este elemento es uno de los combustibles más prometedores de la era de la transición energética hacia fuentes ecológicas para eliminar la dependencia de los combustibles fósiles. Una de las grandes ventajas de usar este gas como combustible es que produce como residuo, vapor de agua. Te presentamos el llamado hidrógeno amarillo, que es una energía muy misteriosa ya que dependiendo del país puede ser limpia o sucia.
Lo que es el hidrógeno amarillo como fuente energética
Lo primero que debemos dejar claro, es que el hidrógeno es un gas incoloro en cualquiera de sus versiones. Los diferentes colores con los que se conoce son un código industrial para identificar su origen, así tenemos el de color verde que se obtiene de un proceso donde se usa electricidad de fuentes renovables, el rojo que es de origen nuclear, el blanco que es el natural y se encuentra en las profundidades de la Tierra, entre otros.
El amarillo, que es un color muy particular, tiene su origen en un proceso conocido como electrólisis que utiliza electricidad aplicada al agua corriente para separar las moléculas de hidrógeno de las de oxígeno. En este caso, el origen de la electricidad es mixto, es decir, proviene de fuentes renovables (como la solar y la eólica) y convencionales (que usan combustibles fósiles como el carbón).
El problema del uso de este gas es económico
El uso masivo de este elemento se ve limitado por factores económicos y de emisiones de gases de efecto invernadero, y no es por su empleo en la industria, puesto que generalmente es muy limpio, sino por su proceso de obtención. Ejemplo de esto, es el hidrógeno amarillo que se diferencia del verde porque para producirlo se usa electricidad que puede ser de cualquier fuente dependiendo de su disponibilidad.
Por otra parte, dependiendo de la tecnología de electrólisis que se utilice para obtenerlo, se tendrá un rendimiento que varía entre el 70 y el 80 % como máximo en la actualidad (aunque los japoneses han creado un reactor que genera este gas en forma ilimitada y utiliza luz solar). Se prevé que para el año 2030 esta eficiencia pueda llegar hasta el 85 % y se use solo electricidad renovable.
De esta forma, este elemento desaparecería para ser únicamente verde. Para obtener este gas amarillo se requieren, aproximadamente, entre 49,2 y 56,3 kWh de potencia eléctrica por cada kilogramo producido. Ahora, como el costo promedio de esta energía se encuentra, en nuestro país, alrededor de 0,353 euros por kWh entonces el precio del gas está entre las bandas de 17,37 y 19,87 kWh.
Lo que es un costo que aún resulta muy elevado para usar este gas en forma masiva, aunque se debe tomar en cuenta que servirá para el proceso de descarbonización y para evitar el cambio climático. Lo que a la larga el uso del hidrógeno amarillo como combustible nos traerá grandes beneficios. Por otra parte, seguramente el avance tecnológico será tal que en los próximos años este costo se reducirá.
Es un elemento que es contaminante según en qué país se produzca
Dependiendo de la fuente primaria de energía eléctrica que se use en su producción, el hidrógeno amarillo podría ser contaminante o no. Así, en Noruega donde su electricidad proviene de fuentes primarias renovables casi en un 100 %, se considera un gas ecológico, mientras que en España no es así, ya que solo el 46 % de la energía que produce es de fuentes sostenibles.
Concluyendo, la energía más misteriosa del mundo es el hidrógeno amarillo ya que, dependiendo de la fuente de electricidad usada en su obtención, puede ser o no contaminante (aunque todavía se discute si el de color rojo se puede considerar que es generado por una fuente sostenible). Por eso es que en España es considerado una energía sucia pero en otros países como Noruega es limpia y ecológica.