Una vez más, España ha vuelto a ser tema de discusión en la Unión Europea. Primero lo fuimos por encontrar el «botón» que hace más eficientes a los paneles solares. Sin embargo, ahora el motivo es bien distinto: hemos encontrado hidrógeno de oro por primera vez, lo que suma un nuevo color al especto que conocíamos hasta ahora. ¿Lo que más te sorprenderá? El motivo por el que lo hemos llamado así.
El hidrógeno de oro ya es una realidad: tiene sello español, y va a cambiarlo todo
El hidrógeno de oro es una nueva forma del verde —es decir, no contaminante— que se está convirtiendo en el centro de atención en el sector energético. Se trata de un combustible revolucionario que tiene el potencial de transformar el panorama energético hacia un futuro más sostenible.
El de oro difiere del convencional en que se puede producir de forma limpia y a bajo coste, sin necesidad de fuentes de energía ni procesos contaminantes. Esto lo convierte en una opción ideal para descarbonizar sectores como el transporte o la industria.
Además, al quemarse, el de oro solo emite vapor de agua, por lo que no contribuye al calentamiento global. España acaba de lograr producir hidrógeno de oro por primera vez, un hito que coloca al país en la vanguardia de esta nueva tecnología. ¿Te imaginabas que lo fuéramos a en contar en nuestras fronteras?
Un vistazo al hidrógeno de oro: por qué no se parece a los demás colores
El hidrógeno de oro es diferente a los demás porque se obtiene mediante un proceso innovador que no requiere electrolisis ni emisiones de carbono. En realidad, te sorprenderá saber que su calificación cromática responde más bien a motivos económicos (vamos, que se quieren hacer de oro al venderlo).
A diferencia del hidrógeno gris obtenido a partir de combustibles fósiles, o del verde producido por electrólisis con energía renovable, el de oro utiliza un proceso químico diferente que permite obtener H2 de alta pureza a partir de gas natural, sin necesidad de electricidad ni producir CO2.
La clave está en usar un catalizador patentado que separa el hidrógeno del metano del gas natural, capturando el CO2 como subproducto para su almacenamiento o uso industrial. De esta forma se consigue H2 limpio y renovable, pero más barato que el hidrógeno verde.
Por ello se le denomina hidrógeno de oro, ya que conserva las ventajas ambientales del hidrógeno verde, pero con un coste mucho menor que lo hace viable para un despliegue masivo. Se posiciona como una opción intermedia entre el gris y el verde, combinando lo mejor de ambos combustibles.
La primera empresa en producirlo es española: el mundo entero se fija en nosotros
La compañía española Cemvita ha logrado producir hidrógeno de oro por primera vez en nuestro país gracias a una tecnología innovadora. Utilizando bacterias modificadas genéticamente, han conseguido obtener este combustible limpio sin necesidad de electrolisis ni emisiones de CO2.
El proceso consiste en alimentar a las bacterias con dióxido de carbono y agua. Estas, mediante fotosíntesis, transforman el CO2 y el H2O en hidrógeno y oxígeno. A diferencia de otros métodos de producción, este no requiere electricidad y captura las emisiones de carbono en lugar de liberarlas a la atmósfera.
Según los expertos de Cemvita, el hidrógeno obtenido de esta manera podría costar 1 euro por kilo, muy inferior al precio actual del hidrógeno gris producido por métodos convencionales. Esta primera producción nacional abre la puerta a un combustible limpio y asequible que podría impulsar la transición energética en España.
Como ves, el hidrógeno de oro lo tiene todo para revolucionar nuestro mercado energético. Sin embargo, no lo hará por ser más eficiente ni rápido de producir que otros, sino por ser más barato. Lo cierto es que, producto de nuestra transición ecológica, estamos buscando energía en lugares extrañísimos y de fuentes inéditas. ¿Quieres un ejemplo? Esto es lo que vamos a hacer con las olas en nuestras costas.
