En cuestión de vehículos, existen muchas características para admirarlos, así que todo depende de los gustos de quien lo haga, hay quienes disfrutan de los grandes camiones, a algunos les parece mucho más atractivo que el interior sea amplio, cómodo y lujoso. Pero hay uno que nadie podría ignorar, y es este hipercoche que hasta Batman desearía tener, se trata de la bestia eléctrica más rápida del planeta.
La electrificación eleva los estándares de los vehículos
El diseño de los vehículos está viviendo una etapa donde la transformación de los modelos tradicionales en otros totalmente diferentes e innovadores está a la orden del día y cada vez lucen más atrevidos y audaces. Por otra parte, las prestaciones recientes son mucho más eficientes, sofisticadas y variadas, tanto que ahora es frecuente que la presencia de un conductor humano resulte innecesaria.
La electrificación de los automóviles ha provocado una transformación profunda en la industria automotriz, generando grandes mejoras que superan en gran medida todo aquello que se tenía anteriormente, porque ahora cuentan con tecnologías muy superiores (como las del V12 conocido como el asesino de supercoches por sus prestaciones). Asi podemos disfrutar de un hipercoche que Batman desearía tener.
Un vehículo eléctrico diseñado para la velocidad
Hoy en día, los fabricantes de vehículos ya no compiten consigo mismos o con otras marcas, sino que buscan superar estándares cada vez más elevados en cuanto a prestaciones, diseños y velocidad. En este último ámbito, ya existe un nuevo campeón, se trata del inglés McMurtry Spéirling Pure VP1, un hipercoche monoplaza que ha llegado dispuesto a romper con todos los récords existentes, como todo un campeón.
Conocido también como Spéirling Electric Hypercar, es una máquina que presenta una estética similar a la del Batimóvil, solo que esta no necesita ninguna clase de efectos especiales porque llega con dos propulsores eléctricos que generan 746 kW de fuerza, o lo que es lo mismo, 1000 CV. Esto le permite llegar de 0 a 100 km/h en tan solo 1.4 segundos, y en menos de 5 segundos puede acelerar desde 0 a 230 km/h.
Todo ese poder se encuentra contenido en unas dimensiones que abarcan 1.1 metro de alto, 3.5 de largo y una anchura de 1.7 metros, cuyo peso es de 1000 kg, y su fuente de energía está constituida por una batería que tiene una capacidad de 60 kWh. Pero la mayor parte de su poderío es proporcionada básicamente por un sistema compuesto por dos superventiladores dispuestos en la parte posterior del vehículo.
Estos le brindan una fuerza equivalente a los 2000 kg, cuya función es hacer que las ruedas se adhieran al suelo para optimizar el arranque, brindándole mayor aceleración, y también le permite tomar las curvas a grandes velocidades. Este hipercoche llegó para demostrar la potencia de los electrificados en cualquier circuito, y hasta ahora lo ha hecho de forma exitosa, pero promete que irá por más.
El hipercoche Spéirling supera a los campeones
El McMurtry Spéirling ha demostrado claramente por qué es considerado un hipercoche en la pista de pruebas de Top Gear, donde completó el itinerario en 55.9 segundos, dejando muy atrás el récord anterior de 59 segundos logrado por un vehículo de Fórmula 1. Por eso es comprensible que, si llegara a ser homologado para ser usado por el público en general, su precio estaría alrededor de un millón de euros.
En conclusión, el hipercoche McMurtry Spéirling, que tiene una gran similitud con el Batimóvil, es un monoplaza eléctrico que es capaz de llegar de 0 a 100 km/h en tan solo 1.4 segundos. Aunque tiene un motor eléctrico de 60 kWh, su poderío se basa en los superventiladores ubicados en su parte posterior, que le dan la gran (se parece a este coche que pillaron corriendo a 300 kilómetros por hora sin nadie al volante).