El pago de las imposiciones fiscales siempre ha sido motivo de preocupación para todos, pero es un mal que siempre es necesario. De hecho, hay un antiguo adagio que dice “lo único seguro en la vida es la muerte y los impuestos”. Ahora, te traemos algo inusual: la abolición de un tributo en España. Veamos esto más de cerca.
¿Cómo era esta imposición fiscal en esta región de la península?
La Agencia Estatal de Administración Tributaria de España, mejor conocida como Hacienda, es un ente público que se encarga de decidir, gestionar, recaudar y ejercer control de la tributación al estado. Este organismo está descentralizado en lo que se refiere a los tributos regionales delegando su administración a las mismas.
Hasta el año 2024, la Junta de Extremadura a través del Impuesto de Sucesiones preveía el otorgamiento de una bonificación que era del 100 % solo para aquellos descendientes que fueran directos del causante y que tuvieran menos de 21 años, cónyuges y ascendientes, para herencias de hasta 500 000 euros por heredero.
El impuesto que ha sido eliminado en esta región española en 2025
A partir de ese año, la Junta de Extremadura ha tomado la decisión de ampliar la bonificación del 100 %, además de los familiares que ya eran favorecidos, a otros que tengan lazos especiales con el causante aunque no tengan una consanguinidad o afinidad cercana. Algunos son hijastros, sobrinos y otros parientes que están especificados.
Este cambio es muy significativo porque implica la derogación de un gran obstáculo fiscal que era una barrera para transmitir bienes entre algunos familiares a quienes quería la persona favorecer pero que hacía que la carga fiscal fuera muy onerosa (sobre todo a los que ganaban salario mínimo y eran exprimidos por Hacienda).
Antes de la reforma de este impuesto, a menudo la persona quería heredarles a sus hijastros, sobrinos u otros parientes lejanos sus bienes patrimoniales cuando falleciera, pero le resultaba muy difícil por lo que debían pagar al estado. De manera que, al morir, sus propiedades quedaban en manos de familiares directos.
Que muchas veces no lo merecían por diferentes razones. Así que los otros parientes, si querían heredar, debían enfrentar una carga impositiva tan grande que frecuentemente les traía dificultades económicas, a tal punto que se veían obligados a renunciar por completo a la toma de posesión de la herencia.
Pero con la eliminación de este impuesto, se facilita la transmisión del patrimonio del causante hacia otros parientes que no sean los directos y a la vez es un reconocimiento a la importancia de estos lazos. Los que en muchas oportunidades son los que han brindado atención y cariño, alegrando sus últimos años.
Lo que dicen los distintos grupos de personas respecto a esta medida de eliminación fiscal
Esta decisión de la Junta de Extremadura ha pillado a muchos desprevenidos, pero ha sido una sorpresa muy bien acogida. Pues la eliminación del Impuesto de Sucesiones para un gran rango de herederos es un reconocimiento a la realidad cotidiana que les brinda un alivio económico al momento de recibir una herencia.
Al mismo tiempo que beneficia a diferentes grupos familiares y abre las puertas a distintas políticas de apoyo para la diversidad de relaciones familiares que se puedan dar alrededor de una persona. Esta medida favorece un valor muy importante que debe coexistir en toda sociedad actual: la equidad.
En conclusión, la eliminación del Impuesto de Sucesiones en la provincia de Extremadura por parte de la junta ha sido toda una sorpresa (como la del subidón que nos metieron al comenzar este 2025) al tomar en cuenta un amplio espectro de las personas que podrían heredar aunque no sean familiares directos.












