La gran mayoría de los territorios de España están abiertos para el uso y disfrute de los turistas y público en general, pero en muchos casos esto implica daños al ambiente. Sin embargo, hay sitios como esta desconocida isla española que no tiene habitantes y esta 100 % libre de contaminación. Conozcámosla más de cerca.
La isla paradisiaca española que está deshabitada
Esta isla, en realidad es un islote, se encuentra dentro del Parque Natural de Ses Salines a medio camino entre Formentera e Ibiza y es uno de los secretos que tiene el Mediterráneo bien guardados, por lo que es un territorio solo conocido por unas pocas personas que viven por la zona.
Su nombre es El Espalmador que, aunque está en el archipiélago de las Baleares, políticamente no forma parte de este. Es uno de los pocos trozos de tierra privados en la península y no posee habitantes ni infraestructuras fijas como hoteles o instalaciones turísticas que puedan alterar sus ecosistemas y entorno natural.
Se conserva en un total estado virgen
Es de destacar que esta isla fue adquirida por 18 millones de euros en el 2018 por los hermanos Cigrang, pero la propiedad no es completamente suya. Puesto que 57 hectáreas de El Espalmador son de titularidad pública. A pesar de que la entrada de visitantes está restringida, es posible ir a ella con un permiso especial.
Ya que aunque es propiedad privada parcial, sus dueños han sido muy generosos al abrirla a los visitantes que cumplan con el requisito de obtención de un acceso. Y que deseen disfrutar de las bellezas naturales del archipiélago de las Baleares y sus hermosas playas de aguas cristalinas y arenas blancas.
Una de sus particularidades es que está totalmente blindada contra la contaminación para proteger la gran variedad de fauna y flora que hacen vida en este territorio. Sus rigurosas medidas orientadas a la conservación la mantienen completamente virgen gracias a que no se acepta ningún tipo de construcción.
La cual pudiera afectar o perjudicar su entorno natural. De tal manera que las pocas visitas que recibe están bajo control de la seguridad. Esto se hace en favor del ecosistema del El Espalmador que posee una biodiversidad autóctona que es muy sensible y su equilibrio es muy delicado sobre todo a los cambios en su ambiente.
Al limitar y regular el acceso de turistas también se previene la cantidad de residuos que suelen dejar como plásticos, colillas, etc. que significan una amenaza para la fauna y flora. Es por ello que una de las regulaciones especifica que todo aquel que visite sus playas deben llevarse lo que traen incluyendo sus desperdicios.
Por otra parte, es de aclarar que la contaminación no solo proviene de la basura física. Puesto que también puede darse de otro tipo como acústico y lumínico. En este sentido, la concentración de grandes grupos de turistas o el tráfico de barcos generan perturbaciones a los animales.
Esto por los niveles de ruido que ocasionan. Por otra parte, la luz artificial es la culpable de alterar los ciclos naturales de plantas y animales. Y no solo estos últimos son los que se benefician de estas medidas de protección, puesto que el paisaje inanimado, como la playas de esta isla, también lo hace.
Estas medidas también frenan la contaminación externa para un 100 % de protección
Para que esta isla esté protegida un 100 % de la contaminación posee una serie de regulaciones muy estrictas combinadas con una gestión sostenible. De tal forma que hay leyes que limitan las actividades. Es por ello que, para llegar a ella, debes hacerlo en barco propio o alquilar una pequeña embarcación.
Concluyendo, la isla de El Espalmador es un territorio desconocido que está completamente deshabitado y libre de contaminación de todo tipo además de tener protección medioambiental. Por lo que sus ecosistemas y biodiversidad progresan en un ambiente natural y virgen.








