“El mar reclama lo que fue suyo”, es un dicho que hoy por hoy está más vigente que nunca. Este recordatorio viene a colación porque varias zonas de la isla de España de Gran Canaria tienen un serio riesgo de que se lleguen a hundir bajo el mar sin remedio.
Y aunque faltan algunos años para ello, desde ahora se deben tomar precauciones.
La necesidad de un plan de emergencia en esta isla de España
Esta urgente necesidad ha sido planteada por Raúl García, quien funge como consejero de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento del Cabildo de Gran Canaria. Quien ha declarado sobre la necesidad de establecer acciones preventivas para reducir el posible impacto de los fenómenos climáticos en la isla.
Con estos últimos nos referimos a las olas de más de cuatro metros de altura que están castigando el área costera del archipiélago. Además, las mareas vivas así como un viento huracanado, han causado el crecimiento del nivel anormal de las pleamares. Sobre todo, en la zona costera que se encuentra al este de la isla, que es la que corre más riesgo de hundirse bajo el mar.
¿En qué consiste el proyecto para evitar que la isla se pueda hundir bajo el mar?
El plan se denomina COSTAdapta, y tiene como propósito adaptar la costa de la isla al incremento del nivel del mar. Para lo cual utilizara una tecnología revolucionaria que consiste en la implementación de charcos – arrecifes de marea combinando métodos tradicionales con técnicas de última generación.
De esta manera, contribuirá a que, de manera progresiva, se adapte la línea costera de Gran Canaria evitando que acabe bajo el mar. Esta adaptación será a los nuevos niveles del mar provocados por el cambio climático. En paralelo, el proyecto COSTAdapta, no solo fortalecerá las costas sino que también cuidará los ecosistemas de estas áreas en beneficio del turismo local y su economía.
Al respecto, García también ha reiterado que este plan piloto, que se lleva a cabo en la Costa de San Felipe, está orientado como medida para dar soluciones. La cuales se basan en la naturaleza, con el fin de crear arrecifes estabilizadores de las playas para enfrentar el aumento del nivel del mar.
Lo cual se basa en el hecho de que en estas islas son muy frecuentes las edificaciones proclives a hundirse bajo el mar por su cercanía con este. Tanto así, que sus fachadas son bañadas por aguas marítimas, con solo soplar una pequeña brisa.
Ejemplo de este caso, se tiene el antiguo hotel El Médano, al sur de Tenerife, donde parte de él está sobre unos pilotes que se encuentran encajados en la arena.
Otro ejemplo ocurrió hace unos años en la playa Mesa del Mar, también en Tenerife. En esa oportunidad, una estructura que también estaba a la orilla del mar, sufrió daños durante un temporal que ocasiono olas enormes.
El costo del proyecto
Este plan representa una inversión de 3.409.864 euros, de los cuales 2.045.818 son financiados por la UE con el apoyo de otros socios. Entre ellos podemos mencionar la Universidad de Cantabria y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Su duración será de siete años y es coordinado por el Consejo Insular de Energía de Gran Canaria. De esta forma, entre todos, lucharán para evitar que la isla desaparezca bajo el mar.
Como puedes ver, el proyecto busca revertir lo advertido en la evaluación que se realizó entre los años 2017 y 2021. En el sentido de que se proyecta que para el 2100, todas personas que vivan en las costas, deberán ser reubicadas al interior de las islas. Esto como consecuencia de que, por el cambio climático, gran parte de la costa se va a hundir bajo el mar.
