El problema de la despoblación que viene sufriendo gran parte de Europa, y especialmente España combina diferentes indicadores como el crecimiento de la expectativa de vida, la emigración joven hacia mundos quiméricos, la deserción agraria, la falta de conectividad, entre otros. Sin embargo, para la España insular este problema parece mayor y dejan a las “islas verdes” casi en el olvido.
¿Cómo afecta el problema de la despoblación a las islas verdes de España?
Como en varias poblaciones y provincias de la península que observan de cerca la emigración de la clase mayoritariamente activa, elevando el promedio de la edad mínima en alrededor de los 44 años, lo mismo se replica en las zona insular y más alejada de tierra firme.
Las islas verdes de España están sufriendo el olvido de la administración pública ya sea por la distancia o por su baja productividad, y solo se las tiene en cuenta en materia turística, incentivando la visita de sus paradisíacas playas con clima tropical.
Sin embargo, así como sucede a gran escala en las islas verdes se repite la desigualdad y desproporción de habitantes, observando una mayor acumulación en las grandes capitales y la deserción en las islas más pequeñas.
En este contexto podemos dividir a las islas verdes en dos grandes grupos, las que tienen mayor población como Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura y los otros cuatro paraísos menos poblados correspondientes con La Palma, La Gomera, El Hierro y La Graciosa.
¿Cuáles son los datos relevados que denotan una despoblación?
Según los índices del Instituto Canario de Estadística (ISTAC) durante los últimos veinte años las islas verdes vienen sufriendo desproporcionales problemas demográficos que se reflejan en un crecimiento para las grandes capitales y un progresivo abandono en las ciudades más pequeñas.
Mientras que en Gran Canaria se registraron alrededor de medio millón de habitantes más, en La Palma o El Hierro se ha paralizado e incluso ha mermado su población. Estas circunstancias rápidamente encuentran explicación por las condiciones económicas y los servicios de las primeras.
Adicionalmente, el desarrollo poblacional, el crecimiento de puestos de trabajo y la posibilidad de tener un hogar destaca la mayor migración hacia las capitales desde la península, desde las islas menos afortunadas y de la masa inmigratoria que recibe de países americanos y europeos.
En este contexto, La Palma y La Gomera son las ínsulas que han perdido más población, un 2,47 % y un 2,80 %, creciendo por otro lado Lanzarote y Fuenteventura un proporcional al 10%. Asimismo, se observa una fuerte movilización de los centros hacia las áreas metropolitanas cercanas a la costa.
Proyectos que incentivan el crecimiento poblacional de las islas verdes
Para hacer frente a esta difícil situación la comisión de estudio sobre el Reto Demográfico y el Equilibrio Poblacional en Canarias convocó a los representantes de cada ciudad para encontrar soluciones colectivas que permitan un crecimiento más parejo en las islas verdes.
Por su parte, El portavoz del Grupo Parlamentario Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo, destacó el descenso paulatino de la población, sumado al aumento del promedio de edad poblacional y la deserción del ámbito rural.
La primera medida que acordaron llevar a cabo es la descentralización de los centros administrativos concentrados en las grandes ciudades, para desarrollas la economía, atraer inversiones y generar empleo.
Adicionalmente, se consideró mejorar la promoción turística que es la mayor fuente de riqueza de las islas verdes para equiparar las ganancias de todas las islas. Por último, se puso énfasis en programas de adquisición de viviendas, incentivar a familias jóvenes con niños, mejorar la oferta académica para los jóvenes, los servicios, la conectividad con perspectivas medioambientales asegurando la sostenibilidad y el cuidado de las islas.








