El invierno ya se ha instalado este mes de diciembre. Con las bajas temperaturas a la orden del día, los que tienen casas con chimenea buscan desesperados leña para sus hogares. A partir de diciembre, el sector de la madera ha visto cómo se aplacaba este 2023 el fenómeno de crecimiento tuvo lugar el año pasado tras la invasión de Rusia a Ucrania. El importe de las diferentes clases de maderas ha frenado su aumento estancándose. Por otra parte, la demanda ha experimentado una ligera baja por el excesivo volumen de compra de la campaña pasada.
Durante el año 2022, el sector maderero, en especial el que se destinaba para el consumo de los hogares, vivió un boom a nivel demanda y precios. El miedo a la falta de combustibles clásicos como el gas ocasionado por el corte de suministro de Rusia generó que se volviera a la demanda de fuentes de energía nacionales, entre las que destaca la madera.
“La Información” registra los datos aportados por diferentes compañías madereras, que pasamos a replicar. “Biocampos” advierte que el precio de la madera de poda de oliva llegó a subir de los 90 euros la tonelada a los 130 en la anterior campaña. De esta manera, para muchas personas, tener madera en casa era prácticamente un lujo.
La leña en los hogares cambió: las consecuencias de la caída de la demanda
La empresa catalana “Llenyes i Carbons Polinya” expuso que la subida de precios de la leña del año pasado todavía tiene influencia este 2023. Esto se debe a que, para que los troncos se encuentren en el mejor punto de su quema, deben secarse mínimo un año. En contraposición, las altas temperaturas de este año son un arma de doble filo, ya que mientras baja el consumo de leña para calentar hogares, sube la demanda de asadores y restaurantes.
Debido al buen tiempo, la gente se está animando a salir más. Esto quiere decir que aquellos establecimientos que trabajan con leña necesitan material. Sin embargo, en general, la demanda ha bajado si la comparamos con la del año pasado. La compañía catalana señala que los precios actuales están en torno a 23 céntimos el kilo de media.
Otro de los factores que generaron la subida del precio de la madera en 2022 fue el aumento en los costes de combustibles. Esto tuvo como consecuencia un encarecimiento de todo el transporte. Llenyes i Carbons Polinya manifestó que 2022 fue “una tormenta perfecta” para el sector, ya que varios factores se pusieron de acuerdo para el fin de stock de años anteriores, el pavor generalizado por no tener cómo tener la casa caliente o el aumento de precios de otros combustibles.
¿Seguiremos utilizando leña en nuestros hogares?
El Colegio Oficial de Ingenieros de Montes habla sobre una subida general de todas las materias primas por motivo del conflicto de Ucrania. La leña (madera) no podía quedar exenta de esta realidad. No solo porque es el producto con el que se calientan los hogares, sino que también se utiliza para construir viviendas, principalmente en regiones como Cataluña y País Vasco.
A pesar de la necesidad de madera, la que se utiliza en el sector de la construcción proviene de otros países, como Austria. Sigue sin generarse en España una industria forestal fuerte.
Eduardo, decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, pone el foco en modelos de calefacción colectivos sustentados en pellets u otros medios de madera. Estas son redes mucho más eficientes que las estufas individuales que pueden producir calor a partir de materiales de peor calidad.
Un punto que supone un significativo factor para que más gente se asiente en el medio rural, ya que en esta zona se genera más explotación agraria. Este contexto, sumado al potencial como fuente de energía verde, brinda al sector un gran potencial de crecimiento en los años próximos.











