Es espacio exterior, es un lugar que aún guarda muchos misterios y secretos esperando a ser descubiertos y explicados, al mismo tiempo es muy dinámico. Gracias al telescopio espacial James Webb los astrónomos han podido observar muchos de ellos como estas misteriosas llamaradas que surgen de un agujero negro.
Las llamaradas en los agujeros negros ¿qué son?
En los casos en que tenemos agujeros negros inactivos, estos son prácticamente invisibles, ya que su gravedad es tan grande que ni la luz puede escapar. Pero cuando está consumiendo estrellas o gas, todo el material que lo orbita se ilumina por la alta temperatura a que se ve sometido.
Adicionalmente, con James Webb se ha descubierto que algunos agujeros negros activos emiten lo que parece ser son llamaradas. Este es un fenómeno que consiste en breves, pero colosales chorros de energía los que parecen iluminar el entorno de esta masa. Esta es una manifestación que entendemos muy poco.
Lo que encontró este telescopio espacial James Webb de largo alcance
En la región llamada Sagitario A*, que está al centro de la Vía Láctea a unos 26.000 años luz de nosotros, el telescopio James Webb permitió visualizar un agujero negro supermasivo y que desde hace varios años los astrónomos saben que tiene una actividad anómala en comparación con otros de su clase.
Puesto que tiene un constante flujo de gas y materia que hace ver que la estructura está devorando sin descanso diferentes elementos siderales, cuestión que es invisible en la mayoría de los telescopios. Pero viéndolo a través del instrumento espacial Webb, la cosa es diferente.
Ya que se obtienen imágenes de dicho flujo y se ven como grandes llamaradas. Un grupo de científicos pertenecientes a la Universidad Northwestern de los Estados Unidos lograron la hazaña del registro de mayor tiempo de estos “fuegos artificiales” provenientes del agujero negro supermasivo.
Que se encuentra en la zona de Sagitario A*. Esto lo consiguieron monitoreando esta área de la galaxia utilizando la cámara infrarroja del telescopio durante distintos periodos durante un año, un trabajo realmente alucinante. El tiempo total de duración del registro fue de 48 horas pero discontinuas.
En estas observaciones se pudieron apreciar las diferentes formas de calor que surgían de este agujero negro por un tiempo lo bastante largo que permitía visualizar los cambios. En las imágenes se podía ver una especie de brillo que era burbujeante que tenía cambios y variaciones en color y tamaño de manera constante.
Después registra una gran explosión brillante y luego regresa al esquema burbujeante en forma calma. Lo curioso es que esta explosión se producía de manera aleatoria (como los chorros de rayos y partículas cósmicas que emiten otros agujeros negros al espacio) y por lo que no se ha podido encontrar un patrón.
De igual manera, el James Webb ha permitido a los astrónomos observar que la galaxia Sagitario A* emite destellos y parpadeos en consonancia con el agujero negro que contiene. Estos destellos, que duran apenas unos segundos, se alternan con llamaradas cuyo brillo se extiende a veces por varias horas.
¿Cuál es el origen de estas llamaradas en el agujero negro?
Los expertos teorizan que las llamaradas, detectadas por el telescopio James Webb, podrían tener su origen en los eventos magnéticos de reconexión los que se producen cuando los campos, que se encuentran en el interior del disco de acreción, sufren descomposición lo que libera energía de manera masiva.
En conclusión, el telescopio James Webb ha detectado algo que es muy improbable y difícil de capturar en imágenes, como lo son las llamaradas de un agujero negro (similar al que posiblemente exista en el Sistema Solar, pero que todavía no ha sido confirmado). Los expertos estudian este fenómeno.
