La revolución en las tecnologías está creando una necesidad que se vuelve más urgente a medida que pasa el tiempo. Los centros de datos que procesan la IA necesitan de cantidades enormes de energía para funcionar. Y no les sirve cualquier tipo. Necesitan que sea limpia, constante y sobre todo, barata. El problema es que las energías que dependen del sol y del viento no son constantes. La solución actual parecía ser utilizar baterías gigantes para almacenar la energía pero el problema es que son carísimas y tienen un gran impacto ambiental. ¿Cuál puede ser la solución?
El desafío de guardar la energía del sol
La búsqueda de un sistema de almacenamiento de energía que sea barato, fiable y sostenible es el verdadero Santo Grial de la transición energética. De nada sirve generar miles de gigavatios de energía limpia al mediodía si a las ocho de la noche tenemos que prender una turbina de gas porque las baterías no dan abasto o son demasiado caras para instalarlas a esa escala.
Necesitamos una forma de guardar la energía del sol a gran escala, de forma eficiente, y que nos permita usarla en el momento que sea necesario. Que podamos encenderla y apagarla cuando queramos, 24 horas al día, 7 días a la semana, como si fuera una central de gas, pero sin quemar nada. Es la pieza que le falta al rompecabezas para que las renovables puedan dominar la red por completo. ¿Es esto posible?
La solución: una batería que guarda calor, no electricidad
Frente a esto, es donde una startup llamada Exowatt, respaldada por pesos pesados como Sam Altman, acaba de presentar una solución. ¿De qué se trata todo esto? No es una tecnología nueva que nadie entiende. Es una relectura brillante de algo que ya conocíamos: la energía solar concentrada. Su innovación no fue inventar un material exótico, sino rediseñar, simplificar y, sobre todo, hacerla modular y barata.
El sistema se llama P3 y es, básicamente, una «batería térmica» que viene adentro de un contenedor metálico estándar. En la parte de arriba, unas lentes (de Fresnel) concentran la luz del sol en un punto, calentando un ladrillo especial diseñado para retener calor a altísimas temperaturas. Cuando se necesita electricidad, ese calor se transfiere por aire a un generador (un motor Stirling) que lo convierte en electricidad. No hay minerales raros, no hay químicos, solo calor.
Eficiencia y un buen precio
Lo más impresionante de este sistema es su capacidad de almacenamiento y su precio. Mientras una batería de litio se agota en horas, cada uno de estos contenedores P3 puede mantener el calor (y por lo tanto, generar electricidad) hasta cinco días seguidos sin sol. Esto es un cambio de juego para alimentar infraestructuras críticas como centros de datos, hospitales o industrias que no pueden parar.
Pero la verdadera bomba es el costo. Exowatt ya ha captado 120 millones de euros en financiación y tiene pedidos por 10 millones de unidades. Su objetivo es fabricar un millón de unidades al año para alcanzar su meta. Hablamos de ofrecer electricidad constante por apenas 0,01 euros por kilovatio-hora. Un centavo de euro. Un precio tan bajo que, si se logra, redefiniría por completo las reglas de la energía renovable.
Su diseño modular, fabricado en Estados Unidos, es fácil de instalar, casi no requiere mantenimiento en 30 años y se puede ampliar simplemente agregando más contenedores. Además, su geografía ideal son las zonas soleadas donde, casualmente, se están construyendo los nuevos centros de datos (sur de EE.UU., Australia, España). No es la solución única, pero es una herramienta poderosa. Se trata de una alternativa al litio que llega justo en el momento en que la IA más la necesita.
