Desde hace varias décadas, España ha contemplado la posibilidad de establecer una ruta directa que la una con otro continente a fin de lograr un mayor desarrollo económico mediante el intercambio comercial de productos con los distintos países, al mismo tiempo que pone en marcha activa un sector muy importante en la península como lo es la industria del turismo. Bajo esta visión, te presentamos una descripción y los avances más importantes de este megaproyecto que tendría una inversión de 30 000 millones. Pasemos a ver.
Las vías de comunicación intercontinentales benefician a los países
Estas infraestructuras son medulares para el progreso social y económico de los territorios involucrados, como España y otras naciones, ya que producen un impacto muy positivo al promover el intercambio de servicios y bienes con menores costos por fletes, pero mucho más rápidos. Estas ventajas se ven acentuadas por los convenios que generalmente acompañan la creación de estas vías.
De igual forma, las empresas de ambas naciones y continentes se hacen más competitivas al actuar en mercados internacionales, a la vez que diversifican su producción al ampliarse su alcance comercial. Pero también los consumidores tienen una mejora al conseguir mayor variedad de productos. Desde el punto de vista académico y social, estas vías favorecen la movilidad de las personas y el intercambio académico.
Los avances del megaproyecto que unirá a España con otro continente
Desde hace más de tres décadas se está trabajando, aunque de manera interrumpida por periodos más o menos largos, en la posibilidad de construcción de una vía por el Estrecho de Gibraltar que una a España con África a través de Marruecos. Este proyecto fue rescatado en el mes de abril de este año, ya que tenía paralizado más de 14 años debido a la falta de interés por parte de las dos partes.
Pero ahora, debido al cambio de panorama económico y político que estamos viviendo, se ha dado un gran apalancamiento financiero de más de 4,7 millones de euros a la empresa Secegsa para los estudios de factibilidad y cálculos preliminares. Estos recursos fueron aportados por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea, que ha dado un gran apoyo a la iniciativa.
Por los resultados de lo analizado, se ha seleccionado como la mejor opción, un túnel de 60 kilómetros de longitud con 28 de ellos submarinos (ya que se descartó la construcción de un puente por varias razones), el cual será solo de uso ferroviario con una inversión de 30 000 millones de euros los que serían puestos de forma equitativa por ambos países. Igualmente, también se ha avanzado en la escogencia de la ruta.
La misma seguirá el trayecto del Umbral de Camarinal, que es el técnicamente menos complicado, aunque implica pasar 300 metros por debajo del lecho marino. Para esto, España y Marruecos ya han comenzado con dos estudios muy importantes que son el análisis sísmico del Estrecho de Gibraltar asignado a la empresa Tekpam Ingeniería y la investigación geotécnica del Umbral de Camarinal que fue encargada a Herrenknecht Ibérica.
Pero la obra deberá enfrentar grandes retos
Esta gran obra, que se convertiría en el túnel submarino más largo del planeta, debe salvar dificultades colosales como las corrientes de las aguas en el Estrecho de Gibraltar entre España y Marruecos, que son muy fuertes, y la frecuente e intensa actividad sísmica en la zona. Se prevé construirlo en dos fases. La primera estaría culminada para funcionar a partir del 2040.
En definitiva, se ha reactivado el megaproyecto para construir un túnel de 60 kilómetros de largo, que tendrá un tramo submarino de 28 kilómetros, entre España y Marruecos (será tan grandioso como este que ya está en construcción y que unirá a Dinamarca con Alemania). Los avances del mismo son palpables, pues ya se decidió cuál será la ruta más viable y se comenzó con los estudios referidos a las características geotécnicas y de actividad sísmica de la zona del Umbral de Camarinal en el Estrecho de Gibraltar que sirve de frontera entre los dos países.