Llevamos 100 años buscando este misterioso gas azul: lo hemos encontrado en este sitio, y nadie se lo explica

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Publicado el: 29 de mayo de 2024
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La tendencia a triplicar la demanda de este nuevo gas para el año 2050 está haciendo que las grandes empresas aceleren las inversiones y participen en proyectos colaborativos colosales para llegar a cubrir ampliamente con la cantidad necesaria. Por esta razón, hace unos días hemos asistido a un convenio entre dos compañías líderes para la producción de este gas azul encontrado en un lugar incierto.

Un acuerdo que permitirá la generación de gas azul de alta calidad a gran escala

El gas azul ha pasado de ser un ingrediente importante en productos fertilizantes para el sector agrícola a tener un papel protagónico en el sector de la energía renovable en tanto que facilita el almacenamiento y transporte de hidrógeno puro como ningún otro recurso.

Para la producción de altas cantidades de este milagroso gas, que es el amoníaco se han juntado dos firmas líderes en el rubro para firmar un Memorando de Entendimiento que ofrezca una solución integrada para la producción del gas azul bajo en carbono.

Esta colaboración constituida por Johnson Matthey (JM), líder mundial en energías renovables y Thyssenkrupp Uhde, de reconocido prestigio por sus obras de ingeniería y servicio de plantas químicas, significa un paso trascendental en el camino hacia la transición energética sostenible.

Bases del acuerdo entre Johnson Matthey y Thyssenkrupp Uhde por el gas azul

La unión de ambas compañías que ya vienen trabajando juntas en distintos proyectos de cooperación desde hace más de 25 años, se considera el emprendimiento más ambicioso de los últimos tiempos que ofrecerá una tecnología innovadora para la producción del gas azul.

Thyssen Krupp Uhde ha diseñado y construido más de 130 plantas de amoníaco en todo el mundo desde el año 1928 y lidera el mercado con sus propias plantas de más de 3.000 toneladas métricas al día con su exclusiva tecnología de doble presión Uhde.

En tanto que Johnson Matthey, ha patentado su tecnología LCH que utiliza el reformador autotérmico de JM de forma única o conjuntamente con el reformador calentado por gas de la misma empresa para optimizar el procesamiento del amoníaco de forma convencional.

El proyecto colaborativo firmado por Johnson Matthey y Thyssenkrupp Uhde estará abocado a la creación de tecnologías que permitirán la producción del gas azul con una captura de carbono de hasta el 99%, más respetuosa con el medio ambiente que los métodos conocidos hasta el momento.

Objetivos para la producción de amoníaco hacia el 2050

El gas azul bajo en carbono es una solución de transición energética que se utilizará para capturar, almacenar y transportar grandes cantidades de hidrógeno para su uso en el sector energético y naval, así como en las cadenas de valor industriales de todo el mundo.

Teniendo en cuenta que la demanda mundial ascenderá a más de 600 millones de toneladas para el 2050 debido a las nuevas exigencias de los mercados del transporte marítimo y la generación de energía, este proyecto espera cubrir al menos dos tercios de esa cifra descomunal.

Esto podría significar un crecimiento del tamaño del mercado estimado para el gas azul bajo en carbono de más de alrededor de 200.000 millones de euros para el año 2050.

Desde Johnson Matthey, el director general de Licencias Catalyst Technologies se ha mostrado satisfecho con el acuerdo y de ser parte de la descarbonización de la energía en el mundo, aún más para clientes que se encuentran en zonas donde es muy difícil de producir.

En tanto que por parte de la COO de Thyssenkrupp Uhde, Lucretia Löscher ha confirmado su compromiso con un planeta habitable y se encuentran optimistas de ayudar a sus clientes en la logística del gas azul a través del uso de tecnologías más amigables en el camino hacia la sostenibilidad.