El ámbito de los coches de competición se está volviendo rápidamente hacia los motores sustentables que no emiten contaminación ni ambiental ni sonora. La tendencia se extiende a medida que más y más marcas sacan sus propios modelos sostenibles para competición, y en esta ocasión le tocó a Toyota, una de las principales marcas automotrices japonesas, con este motor que no contamina.
El coche de carreras que no contamina
La tecnología sigue avanzando sin parar hacia la sustentabilidad, y los coches, incluso los coches de carreras, no pueden quedar fuera de este importante proceso de cambio. Con el objetivo de reducir la huella de carbono antes de que los daños sean irreversibles, se ha establecido la Agenda 2030 con una serie de puntos a cumplir que nos ayudarán a reparar el daño al medio ambiente.
Para cumplir estos objetivos, es importante que la sustentabilidad llegue a cada uno de los aspectos de nuestras vidas y que modifique cada hábito implantado en nuestra sociedad que pueda perjudicar a los ecosistemas del planeta. Tecnologías como el auto eléctrico nos han dado revolucionarios modelos con motores de alta potencia y todo tipo de comodidades y lujos que no amenazan el ambiente.
Ahora, Toyota se suma a otras importantes marcas al mundo de la competición con un nuevo motor de hidrógeno que no contamina y puede alcanzar una potencia de 405 CV. Con esta potencia es capaz de superar a coches de fabricantes reconocidos por su potencia y velocidad como es Bugatti, y todo esto impulsado por un combustible limpio y renovable que ayuda a limpiar la huella de carbono.
La potencia del motor de hidrógeno
El hidrógeno es un gas noble, muy ligero y muy abundante en nuestro planeta, y tiene la capacidad de liberar grandes cantidades de energía aprovechando casi el 100% de la materia combustible. Esto significa que prácticamente no emite CO2 ni carburos como desechos post combustión. Todo esto convierte al hidrógeno en una de las más codiciadas fuentes de energía del futuro.
El nuevo motor de Toyota, que por el momento está pensado sólo para competición, usa un motor de explosión muy similar a los tradicionales que, en lugar de usar gasolina o GNC, emplea gas de hidrógeno que produce explosiones al contacto con el aire. En el caso de este nuevo modelo, también incorpora un sistema de inyección de agua que ayuda a refrigerar el motor por medio de la evaporación.
Hablamos de un motor de 4 cilindros de 2.0L. A diferencia de los motores de pila de combustible, que convierten el hidrógeno en electricidad, este usa un motor a explosión alimentado por contenedores de alta presión que conservan el combustible en estado líquido. Es capaz de otorgar 405 CV de potencia con un par de motor de 500Nm, lo que resulta en 6000 rpm, ideal para competición.
Las ventajas de esta nueva tecnología
El hecho de que el hidrógeno permita impulsar un motor que no contamina, eficiente y de alto rendimiento, no es la única ventaja de este combustible. También vale mencionar que estos motores tienen apenas algunas pequeñas variaciones con respecto a los tradicionales motores de combustión interna, lo que permite adaptar progresivamente la tecnología actual al hidrógeno verde.
Actualmente se trabaja en mejorar los métodos en uso para obtener hidrógeno, ya que los actuales carecen de eficiencia y son altamente contaminantes. Cada vez se desarrollan más y mejores métodos para recoger hidrógeno verde a partir de diferentes sistemas sustentables que, en muchos casos, son completamente naturales y libres de emisiones de dióxido de carbono.
Potencia y sustentabilidad
El de Toyota no es el primer motor que no contamina diseñado para competición, también contamos con este modelo de coche de carreras con motor de hidrógeno en gas. Esto es evidencia de que el hidrógeno es una nueva tecnología que ha llegado para quedarse y podría convertirse en la clave para abandonar los combustibles fósiles de manera definitiva.













