La Unión Europea es una de las regiones del mundo que más está impulsando la implementación del hidrógeno para la descarbonización de la movilidad. Sin embargo, BMW todavía ve potencial en los coches eléctricos, y lo ha dejado claro con su más reciente proyecto: un motor eléctrico dual que incrementará la potencia y la eficiencia de esta tecnología hasta límites impensados.
BMW se une con una startup para llevar la tecnología de los aviones al motor eléctrico
La Unión Europea establece regulaciones cada vez más severas para los motores de combustión, mientras impulsa la fabricación de coches de CO2 neutro mediante programas e incentivos. Esto generó un gran crecimiento del mercado del motor eléctrico, alcanzando unas 40 millones de unidades vendidas en todo el mundo, lo que representa un incremento del 60% con respecto al año anterior.
Sin embargo, esta situación ha cambiado en el último año debido a una serie de factores geopolíticos y a la caída de la demanda de coches eléctricos europeos que no pueden competir con los precios de los vehículos chinos. Esta compleja situación, para la que no se ve una resolución en el futuro cercano, ha hecho que los fabricantes busquen alternativas como la pila de combustible o los e-fuels.
Pero BMW no se ha dejado intimidar y para demostrarlo se ha unido a la startup DeepDrive para desarrollar un motor eléctrico dual. Sí, se trata de un coche eléctrico con dos motores, pero no se parece a nada que hayas visto. Esta tecnología se basa en los motores de flujo axial que suelen llevar algunas aeronaves. El resultado es un motor mucho más pequeño y ligero de alto rendimiento.
El motor de flujo axial: una tecnología sacada del futuro
BMW es sinónimo de innovación, potencia y calidad y su alianza con DeepDrive ha abierto un nuevo camino en la industria de los coches de propulsión sin emisiones de CO2. Combinando la trayectoria y visión de DeepDrive en tecnologías de almacenamiento de energía más eficientes para vehículos eléctricos con la infraestructura y recursos de BMW para llevar a cabo este revolucionario proyecto.
El prototipo que nos presentan las dos firmas alemanas parecen incomprensibles a primera vista. A diferencia de los coches eléctricos tradicionales, que cuentan con dos motores ubicados en cada extremo, nos encontramos con un solo bloque que contiene ambos propulsores. El tamaño en total es un 50% más pequeño y un 35% más ligero. La clave está en la tecnología de flujo axial.
En un motor eléctrico tradicional la energía eléctrica se convierte en cinética mediante un sistema de rotor y estator radial ubicado en el centro del eje, generando corrientes electromagnéticas que fluyen perpendicularmente con respecto al eje. Un sistema de flujo axial consiste en un cilindro que cubre el eje haciendo que estas corrientes fluyan en paralelo, ofreciendo mucha más eficiencia energética.
Un diminuto motor eléctrico que humilla a la combustión interna
BMW y DeepDrive ponen la mira en los mercados de alto perfil. Los motores eléctricos funcionan de manera independiente, ofreciendo a cada rueda la potencia precisa para responder con la máxima eficiencia durante la conducción. A su vez, el sistema de flujo axial aprovecha al máximo la energía potencial distribuyéndola por toda la superficie del eje, lo que, en conjunto, produce una potencia de 740 CV.
Como es de esperar, esta tecnología no está pensada para un coche de uso diario, sino para deportivos y coches de alto rendimiento. Este motor estará presente en deportivos y vehículos de alto rendimiento, marcando una nueva era para la propulsión eléctrica.
Electricidad vs hidrógeno: ¿Veremos coches eléctricos de competición?
Hasta ahora, la energía eléctrica estaba limitada a usos modestos debido a las limitaciones de potencia, que no podían igualar a la combustión o a los potentes coches de competición de hidrógeno desarrollados por Toyota. Con las expectativas que ha generado esta alianza alemana eso podría haber quedado en el pasado.













