La creatividad es fundamental en todas las actividades humanas, de no ser por ella, es casi seguro que todavía estaríamos viviendo en la Edad de Piedra o quizás habríamos desaparecido del planeta. Sin embargo, hay ocasiones en que los inventos no son apreciados en su justo valor y se pierden de forma definitiva, como en el caso de los motores imposibles, que iban a ser el futuro, pero podrían morir antes de nacer.
La pérdida de inventos valiosos tiene muchas causas
Los genios inventores son capaces de ver mucho más allá de las apariencias externas, y encuentran respuestas y soluciones a diversos tipos de problemas con relativa facilidad, no obstante, en ciertas ocasiones es tal su agudeza intelectual, que son incomprendidos por sus contemporáneos. Algunos de ellos reciben el reconocimiento a su obra de forma tardía, mientras que otros jamás son recompensados por su labor.
En muchos de esos inventos perdidos podrían estar los remedios para diferentes clases de dificultades y necesidades que aquejan al planeta hoy en día, pero lamentablemente nunca se sabrá a ciencia cierta, porque simplemente ya no existen. Ese podría llegar a ser el destino final de los motores imposibles, que se creía que iban a ser el futuro, pero por diversas causas podrían morir antes de nacer.
Un adelanto mecánico afectado por falta de políticas claras
Una de las prioridades para frenar el impacto del calentamiento global es la descarbonización del transporte, que es uno de los principales causantes de ese fenómeno debido al uso de combustibles fósiles. Una de las alternativas para alcanzar ese propósito es el desarrollo de los motores de pila de combustible de hidrógeno, pero por varias razones General Motors ha decidido detener de forma indefinida su fabricación.
Esta empresa estaba muy interesada en la producción de propulsores basados en pilas de hidrógeno, tanto de forma individual como asociada a la importante compañía automotriz Honda Motor Co., pero ambos anunciaron este año su separación para continuar por diferentes caminos. Esta última anunció que seguirá trabajando por su cuenta (junto con su apuesta por un nuevo combustible que promete mucho).
Su plan es iniciar su comercialización en los diversos mercados alrededor del año 2027, el modelo proyectado será elaborado con tecnología de punta que le proporcionará, aproximadamente, unos 150 kW de potencia de salida. También contará con una vida útil más prolongada que podría llegar a duplicar su durabilidad en comparación con los que existen actualmente y, por último, su costo se reduciría en un 50%.
Por su parte, General Motors ha optado por dar marcha atrás en sus planes de fabricar motores con pilas de combustible de hidrógeno y, además de separarse de Honda, también paralizó su propia planta en Estados Unidos, a la espera de que las políticas que afectan a este sector sean más claras. Y esta no es la única empresa de ese país que ha tomado esta línea de acción, otras más lo han hecho por la misma razón.
El desarrollo de los motores de hidrógeno se paraliza
Las políticas públicas son un arma de doble filo que puede retrasar el desarrollo industrial, como lo evidencia el caso de General Motors, que ha tenido que paralizar, al menos temporalmente, el desarrollo de sus motores impulsados por hidrógeno. Este tipo de situación podría dejar morir esta tecnología que constituye una solución viable y confiable, que permitiría proveer de energía limpia al sector transportista.
En conclusión, el desarrollo de motores que trabajen con energías limpias como el hidrógeno requiere del apoyo de las políticas públicas, como lo demuestra el caso de General Motors, que ha paralizado esa línea de trabajo. Por lo que dejo su asociación con Honda y abandonando su planta en Estados Unidos (al contrario de Renault que se empeña en resucitar el motor de combustión interna utilizando dos combustibles).
