Los avances en el sector de la investigación espacial son realmente sorprendentes para la humanidad y tienen lugar en el cumplimiento de un objetivo común: ampliar nuestros conocimientos de los cuerpos celestes. Pero este es especialmente asombroso, puesto que forzara la llegada de la noche. Veamos.
La importancia de los eclipses solares para la humanidad
La gran importancia de los eclipses solares para la humanidad es que recrean unas condiciones únicas para la observación y estudio de la corona solar. Esto porque, debido a una coincidencia astronómica que es increíble, la Luna y el Sol poseen un tamaño aparente similar visto desde la Tierra.
Esto hace que, durante un eclipse total de Sol, nuestro satélite natural bloquee el disco solar y su intenso brillo. De esta manera, los científicos pueden tener una vista de la corona del astro rey utilizando sus telescopios y demás instrumentos ópticos, con detalles que pasan desapercibidos en condiciones normales.
La creación de la noche para lograr hacer estos estudios ya es posible
Estas observaciones, que amplían los conocimientos de la humanidad respecto al espacio que nos rodea, solo tienen lugar durante un máximo de siete minutos. El que es muy poco tiempo para poder estudiar detalles como las líneas de campo magnético y sus estructuras y comportamiento del plasma solar.
Así como de otros fenómenos que han intrigado a los científicos, como el porqué de que la temperatura en esta zona sea mayor que la del interior del Sol (incluso se puede estudiar este fenómeno que arroja chorros de rayos cósmicos al espacio). Por lo que es un sueño de los astrofísicos una mayor cantidad de eclipses solares.
Pero ahora ya es posible que se hagan estos eclipses solares “bajo pedido”, lo que harán dos naves espaciales llamadas Proba – 3 y que fueron lanzadas bajo los auspicios de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés). Este lanzamiento se hizo con un cohete de la agencia espacial india ISRO.
Las naves en cuestión crearán eclipses solares artificiales con una duración de hasta seis horas, en el transcurso de su órbita por la Tierra, lo que permitirá dar tiempo para realizar los diferentes estudios actuales y la formulación de otros en el futuro. Estas naves espaciales volarán juntas como si fueran una sola.
Para ello están diseñadas para mantener su formación con una precisión de un milímetro. Con este grado de exactitud se espera que los eclipses solares artificiales se puedan hacer con una duración que vaya de acuerdo a lo solicitado por un equipo dado de astrónomos en nombre de toda la humanidad.
En su fase inicial, las dos astronaves estarán juntas bajo la supervisión directa del control de la misión que se encuentra en el Centro Europeo para la Seguridad y la Educación Espacial ESTRACK que se ubica a un kilómetro del pueblo de Redu en la provincia de Luxemburgo que pertenece a Bélgica.
¿Cómo funcionarán estas naves Proba – 3 para producir eclipses artificiales?
Por ahora los satélites están juntos, pero en el transcurso de este año se separarán dando como resultado que volarán de manera independiente a una distancia de 150 metros hasta llegar a su punto de destino. En el momento indicado se colocarán en línea con el Sol de tal forma que el Ocultador proyectará una sombra.
La cual será controlada con increíble precisión y que irá a dar al satélite de observación llamado Coronagraph. Esto lo harán después de haberse posicionado en lo más alto de sus órbitas, que será a unos 60.500 kilómetros de la Tierra y debidamente sincronizados para permitir las observaciones de toda la humanidad.
En conclusión, la humanidad está logrando lo que parecía imposible y es el forzar la llegada de la noche por medio de estas dos naves (que operan como los satélites que Elon Musk tiene sobre más de 100 países, incluyendo a España). Ellos permitirán la ampliación de nuestros conocimientos sobre el Sol.








