Una nueva energía disponible para grandes ciudades promete descarbonizar los edificios mediante un método más sencillo y rápido que los convencionales. Así, una empresa en Estados Unidos ha formulado una tecnología innovadora apta para los espacios urbanos que utiliza colosales estructuras subterráneas invisibles y el uso de bombas con las que se propone limpiar las ciudades.
¿Cómo son estas bombas de nueva energía para la ciudad?
La climatización constituye uno de los grandes desafíos para las energías renovables por sus altos niveles de emisiones de carbono conectado a las redes púbicas. Sin embargo, un nuevo desarrollo tecnológico permite calefaccionar y refrigerar los ambientes reduciendo los costes.
La startup Bedrock Energy ha revolucionado la tecnología de las bombas de calor geotérmicas (GHP), con su nuevo método de perforación que optimiza la eficiencia para ofrecer las mismas propiedades con menor cantidad de pozos, difíciles de realizar en plena ciudad.
La compañía asegura que a través de su metodología innovadora se puede obtener la misma eficiencia con una obra más sencilla de menor cantidad de pozos y reduciendo los tiempos de obra, ofreciendo una nueva energía a las grandes ciudades.
En este contexto, a fines del año pasado, la compañía llevó a cabo un proyecto en un estacionamiento en la ciudad de Austin, Texas, en donde perforó 11 pozos de alrededor de 250 mts de profundidad para ofrecer el sistema de calefacción y refrigeración geotérmica.
La cofundadora y CEO de Bedrock, Joselyn Lai, indicó que esta obra es ejemplificadora teniendo en cuenta que un proyecto similar con métodos tradicionales hubiera necesitado una perforación de más de 30 pozos de una profundidad de 90 mts para lograr los mismos resultados.
¿Cómo logra este novedoso método la misma eficiencia que los métodos tradicionales?
Desde la compañía aseguran que la metodología de la nueva energía contiene un software de modelado subterráneo y herramientas de perforación equipadas con sensores que le permite ofrecer las mismas prestaciones en menor espacio, factor elemental en áreas densamente pobladas.
De esta manera la estructura subterránea le permite instalar la bomba de calor geotérmica capaz de proporcionar un sistema eficiente de calefacción refrigeración manteniendo una temperatura estable y confortable sin la utilización de combustibles fósiles.
Las bombas de calor geotérmicas permiten reducir los costes energéticos suministrando calor con altos niveles de eficiencia sin necesidad de consumir combustible. Su funcionamiento se realiza de forma circular, transfiriendo calor transportando agua desde y hacia el suelo por tuberías subterráneas.
En caso de edificios ubicados en áreas expuestas a extremas temperaturas frías, se sustituye el agua por una solución anticongelante. Las GHP reducen el consumo de electricidad de red y las emisiones de carbono un 44% más que las bombas de calor de aire, según el Departamento de Energía de Estados Unidos.
Adicionalmente, requieren menos cantidad de energía para su funcionamiento y reduce la factura de luz. El sistema provee una estabilidad térmica manteniendo una temperatura constante entre los 7 y 24 grados Celsius.
Datos que confirman la eficiencia de la nueva energía
Un informe realizado por el Laboratorio Nacional Oak Ridge y NREL y la Oficina de Tecnologías Geotérmicas (GTO) del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) estableció que la instalación masiva en grandes ciudades de esta nueva energía contribuiría a descarbonizar los edificios y ahorrar energía.
El estudio de casos simuló la implementación de esta nueva energía en un 68% de viviendas entre edificios nuevos y existentes, residenciales y comerciales, en 14 ciudades de zonas climáticas distintas y los resultados fueron determinantes.
La demanda de electricidad de red podría reducirse en un 13% para el año 2050, evitando la instalación de 40 mil kilómetros de cableado de red, ofreció una reducción en el consumo de energía de 401 TWh lo que supone una reducción del 18% y eliminaría la utilización de 5.138 billones MJ de combustibles fósiles al año. La nueva energía demostró ser eficiente y sustentable.











