La transición hacia los combustibles más sostenibles no está siendo para nada lineal, teniendo en cuenta que la industria automotriz sale a competir al mercado con motores más eficientes que aún no logran imponerse para sustituir a los fósiles. En este sentido, hay una alternativa que puede postularse como el nuevo combustible, más económico y que puede disminuir las emisiones.
¿Cuál es el nuevo combustible que permite reducir los costes y las emisiones de carbono?
En realidad, el concepto novedoso aplica en tanto que que ha vuelto a liderar las elecciones de los conductores que, en el camino hacia la sostenibilidad, eligen este nuevo combustible capaz de hacerles ahorrar alrededor de 4 euros por cada 100 kilómetros.
Estamos hablando del Gas Licuado de Petróleo, más conocido como GLP que si bien hizo su aparición como combustible para vehículos después de la segunda guerra mundial, debido al desabastecimiento de gasolina, hoy vuelve a estar en los primeros puestos de demanda.
La explicación es muy sencilla: el nuevo combustible tiene un precio de mercado muy competitivo, con un valor del 40% más barato y está comprobado que la amortización del costo invertido en la instalación de un equipo de GLP se puede comenzar a obtener a los 25.000 kilómetros.
¿Qué es el GLP?
Es un gas que se obtiene a partir de la refinación del petróleo o de forma natural a partir de la extracción directa de un pozo petrolero, constituido por butano y propano. Una vez que pasa por un proceso de presurización, se envasa en forma líquida para ocupar menor espacio.
El volumen que ocupa envasado en un depósito especial es proporcional al de la gasolina, en tanto que un envase de 100 litros de gasolina equivale a uno de 107 litros de GLP. El producto de su combustión es agua y carbono, aunque en menor cantidad que los combustibles tradicionales.
¿Cómo funciona un motor con GLP?
Un vehículo a gas es igual que uno a gasolina, lo que cambia es su sistema de alimentación, ya que debe permitir el paso del gas al motor para abastecerse del nuevo combustible. Recordemos que, si bien el GLP se envasa en estado líquido a presión, una vez que pasa al vehículo vuelve a su estado gaseoso inicial.
No existen demasiados inconvenientes en convertir un vehículo al nuevo combustible, incluso se venden en el mercado kits de fácil instalación apto para todo tipo de transportes. Este mecanismo suplementario colocado en el automóvil cuenta con elementos esenciales como el depósito.
Este depósito de gas puede ser de 40 o 100 litros, dependiendo del lugar que tenga el vehículo para su ubicación, pero generalmente ocupa el espacio de la rueda de repuesto. Luego lleva las canalizaciones hasta el motor y las válvulas de admisión, unidad de control, entre otros.
Beneficios del GLP
La principal ventaja del nuevo combustible es el precio considerando que es un 50% más barato que otros. Si tomamos como referencia un vehículo que gasta 7 lt. cada 100 km. tendrás un ahorro de 3,5 euros cada 100 km los primeros 40.000 km habiendo invertido 2.000 euros en una instalación.
Por otra parte, existen subvenciones que apoyan la transición hacia la sostenibilidad en algunas comunidades autónomas que pueden variar los valores, pero podría costarte gratis la instalación de un equipo de gas en algunos casos.
Adicionalmente, el motor a gas es mucho más limpio lo que hace que los vehículos duren más, aumente la fiabilidad y lleve menor tiempo y dinero en mantenimiento. A todo ello hay que agregar los puestos de repostaje son más abundantes.
En todo caso, contar con un sistema híbrido de gasolina y a gas te permite aumentar la autonomía del vehículo ante cualquier eventualidad. Asique ya sabes, si aún no te convencen las alternativas eléctricas o a hidrógeno, el nuevo combustible GLP sigue siendo una alternativa sostenible.













