La ciencia ha descubierto por primera vez el oxígeno oscuro, un elemento que era totalmente desconocido, y ahora es temido, porque tiene implicaciones tan importantes para el planeta como los fenómenos nucleares y el petróleo juntos. A continuación, te exponemos lo que se sabe hasta ahora de este tema.
Se ha descubierto un nuevo elemento en el planeta
Hace algunos años, unos científicos que estudiaban la vida submarina a muchos metros de profundidad, se interesaron por saber cómo sobrevivían en un entorno donde no llegaba la luz solar. Fue entonces que descubrieron el oxígeno negro, que recibe este nombre porque no se produce a través de la fotosíntesis.
La explicación para la presencia de ese elemento a grandes profundidades fue que ciertas sustancias minerales generaban suficiente electricidad para descomponer el agua. La importancia de este hallazgo afecta el desarrollo de la minería submarina, debido al daño que puede causar a este ecosistema marino.
Por qué es importante conservar el oxígeno negro
La respiración es la función más vital para todos los seres vivos, incluyendo a los que viven en el fondo del mar. Estos se nutren del llamado oxígeno negro, que, aunque es similar al que usamos en la superficie terrestre, se origina de una fuente muy diferente que nada tiene ver con el proceso de fotosíntesis.
En el fondo del mar existen los llamados nódulos polimetálicos, que están compuestos por diferentes clases de metales, tales como manganeso, cobalto, níquel, y elementos de tierras raras tales como lantano, erbio, y otros. Estas sustancias tienen la capacidad de generar pequeñas corrientes de electricidad.
Con la suficiente fuerza para producir la electrolisis del agua y separar sus componentes. Ahora bien, la industria de la minería marina no está interesada en la vida submarina, sino en los minerales que se encuentran en los nódulos polimetálicos y en su consecuente explotación, porque son compuestos muy valiosos.
Y esenciales para la industria de la tecnología, la producción de baterías, e incluso para la fabricación de armas. Todos estos usos, que se traducen en grandes ganancias económicas, los hacen muy apetecibles a pesar de que su extracción es considerada como una actividad de alto riesgo, porque son escasos en tierra firme.
Sin embargo, se está intentando frenar este tipo de explotación porque aún no se tienen muy claras cuáles pueden ser las consecuencias medioambientales a largo plazo. Pues además de correr el riesgo de acabar con los hábitats submarinos, se pueden escapar grandes volúmenes de gases como el dióxido de carbono.
Hay que tomar en cuenta que la explotación de ciertos minerales submarinos puede ayudar al desarrollo de tecnologías verdes. Pero eso pierde toda su utilidad frente a la destrucción de las fuentes productoras de oxígeno negro, porque su eliminación implica la desaparición de la vida en el fondo del mar.
La minería submarina sigue avanzando
El organismo encargado de regular la minería submarina es la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos, ISA, que propondrá en el 2025 un código para su regulación. En vista de esto, algunos de los países miembros decidieron aplazar sus labores, pero otros como China y Japón continuaron con sus actividades.
Según las organizaciones protectoras del ambiente, con la explotación de esos minerales desparece el oxígeno negro y las especies que dependen de él. Además de los daños ecológicos, trae problemas entre países, como en el caso de España, Portugal y Marruecos, que se disputan una zona rica que no ha sido explotada.
En conclusión, el oxígeno negro ha permitido el desarrollo de la vida en el lecho marino, y la explotación de sus fuentes fundamentales puede generar tanta riqueza como el petróleo. Pero esa actividad puede ser tan dañina como una explosión nuclear porque puede traer consecuencias muy negativas al ambiente.
