En la actualidad, el cuidado del medio ambiente se ha convertido en un tema preponderante debido a los problemas que está causando el calentamiento global en todo el mundo. Por eso París, en ciertos casos específicos, veta la movilidad en sus calles, y también puso a las gasolineras en el punto de mira.
El inicio del fin para el uso del diésel
El diésel es un combustible que tuvo mucha demanda hasta los primeros años de este siglo, pero fue a partir del año 2015 cuando empezó el declive de las ventas de los vehículos que lo utilizaban. Aunque fue tanta su popularidad, que una buena parte del parque automotor español pertenece a este grupo.
Sin embargo, en otras ciudades como París prácticamente se ha declarado la guerra a este tipo de combustible. Un buen ejemplo de ello es que a partir del primero de octubre de este año entró en vigor la prohibición de la venta de diésel en ciertas estaciones de servicio, concretamente en las entradas de la ciudad.
París mejora la calidad del aire eliminando combustibles fósiles
Los países pertenecientes a la UE acordaron disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, y que finalmente en el año 2035 no se venderían más coches que los usan. De forma que en estos momentos hay una transición, y por eso París empezó a prohibir la venta de diésel en algunas de sus gasolineras.
Específicamente, en cuatro de ellas pertenecientes todas a la cadena Total Energies, que están ubicadas estratégicamente en los alrededores de la ciudad. Con esta medida disminuyeron de forma drástica la posibilidad de repostar, pues estas surtían aproximadamente la mitad de lo que allí se consume.
Esta medida se hizo efectiva a partir del 1 de octubre, pero ya era de conocimiento público desde hace 8 años que el Ayuntamiento iba a sacar de circulación el diésel, y si no se hizo antes, fue a causa de las Olimpiadas. Próximamente, la prohibición se extenderá al resto de las gasolineras que ya están en la mira.
La norma es prácticamente un veto a los vehículos que funcionan con este combustible, porque de ahora en adelante tendrán que repostar fuera de la ciudad, lo que les va a causar muchos problemas de movilidad a esos usuarios. Además, las autoridades no admiten quejas porque ya se sabía lo que venía.
A pesar de la polémica, no se puede negar que lo que se busca con la prohibición de la distribución diésel en algunas gasolineras, es un beneficio para la salud de los habitantes de París. Pues se sabe que unas 8.000 personas pierden la vida a causa de la contaminación del aire generada por ese combustible fósil.
No todos están listos para la eliminación del diésel
Desde hace varios años, el Ayuntamiento de París había planteado la propuesta de acabar con el uso del diésel debido a la gran cantidad de micropartículas dañinas que produce su combustión. De hecho, el consistorio de la ciudad sacó de servicio en su flota oficial a cualquier vehículo que usara ese combustible.
Sin embargo, otras entidades oficiales no lo hicieron, y ahora la policía, los bomberos, los servicios de emergencia y el correo, entre otros, van a ser los grandes perjudicados con esa medida, porque prácticamente la totalidad de ellos usan vehículos a diésel. Así que habrá que ver cómo se resuelve ese inconveniente.
En conclusión, París ya está eliminando la distribución de diésel, con la finalidad de acabar con la contaminación que se genera con su combustión. Pero esa medida no es del agrado de todos, porque prácticamente veta la movilidad en sus calles para algunos entes oficiales, y pone a las gasolineras en la mira.
