Hay grandes construcciones hechas por el hombre que desafían las leyes de la física por su grandiosidad y tamaño, a la vez que son muy útiles para su confort y sobrevivencia, sin embargo, también debe tener cuidado y estudiar bien cuando se proyecten. Te ilustramos sobre las consecuencias que tiene para el planeta la alteración de su estructura que logró la humanidad. Pasemos a mirar.
La construcción desmedida y sus consecuencias
Grandes estructuras de hormigón que sirven para desviar o contener un río con el propósito de hacer un embalse pueden tener diferentes fines, aunque mayormente se utilizan para la generación de electricidad de origen hidráulico. A pesar de que se consideran una fuente de energía limpia, esto no es cierto, ya que se ha comprobado que emiten metano.
El cual es uno de los gases más críticos que produce efecto invernadero. Se calcula que todas las represas del planeta producen sobre los 100 mil millones de toneladas anuales. También generan desplazamientos humanos por la inundación de distintas áreas, perjudican la fauna endémica, etc. Por estas razones es necesario detener la construcción desmedida de estas estructuras sin hacer un estudio de sus afectaciones.
El auge de la construcción de represas
La revista de la Sociedad de Geofísica de los Estados Unidos (AGU por sus siglas en inglés) publicó recientemente un artículo sobre una investigación realizada por científicos de la Universidad de Harvard que hizo un importante descubrimiento: las presas artificiales han provocado un desplazamiento de casi un metro de los polos del planeta, lo cual crea un gran impacto ambiental y geofísico.
Este desplazamiento es medido tomando como referencia al eje de rotación de la Tierra y se le llama Desplazamiento Polar Verdadero (como ejemplo, tenemos a esta megaestructura china). Para el estudio fueron tomadas en cuenta las 6782 presas más grandes distribuidas por todo el mundo, las cuales fueron construidas entre los años 1836 y 2011, donde se probó una teoría que es, a lo menos, inquietante.
Y es que, si se pone un gran peso en la corteza terrestre externa, la misma va a girar de manera más lenta que la parte interna, que es donde se halla el campo magnético y por esto se producen diferencias entre los polos y el eje rotatorio. Sin embargo, en la investigación se encontró que este cambio no se generó de una forma equilibrada ni gradual, sino de manera relativamente abrupta.
Esto porque un gran número de represas fueron construidas al norte del planeta durante 1836 y 1955 por lo que la desviación producida en el polo norte fue de 21 centímetros. Después de ese año hasta el presente, fueron creadas otras alrededor del mundo lo que ha producido una alteración del polo de unos 92 centímetros, por lo que en total el movimiento ha sido de 113 centímetros.
También trae consecuencias para los océanos
Los océanos del planeta también se ven impactados, ya que se ha detectado un incremento en el nivel de las aguas que va desde los 13 a los 18 centímetros; sin embargo, las represas construidas concentraron el 25 % de ese crecimiento. Por lo que, al hacer otras, se debe estudiar cómo afectarán el nivel de las grandes masas, puesto que, dependiendo de su ubicación y tamaño, la geometría de este aumento variará.
En conclusión, con la construcción de grandes presas la humanidad alcanzó algo que es increíble, eso es alterar la posición de los polos respecto al eje de rotación del planeta lo que traerá, y ya lo estamos viendo, grandes consecuencias ambientales (entre ellas el alargamiento de los días por frenar la rotación). Asimismo, está afectando las grandes masas de agua al producir aumentos de nivel.