La manipulación del átomo ha sido objeto de controversias desde sus inicios, pues su utilidad como arma de guerra quedó ampliamente demostrada, al igual que sus terribles secuelas, por otro lado, también ha demostrado que puede llegar a ser una fuente energética eficaz y muy confiable. Y ahora, existe una planta nuclear abandonada que asombra al mundo porque ya empieza a producir otro tipo de energía.
La energía atómica deja huella en el mundo
La energía atómica ha demostrado a lo largo de su historia que puede ser una excelente aliada para la raza humana, pero también puede transformarse en una enemiga mortal si se comete algún error mientras se usa, o peor todavía, si se emplea como un arma militar. Afortunadamente, en la actualidad su utilidad está centrada principalmente en la generación de electricidad en numerosos países desarrollados.
Para sacar el mayor provecho de ella, se han llevado a cabo investigaciones para mejorar su eficiencia mediante el desarrollo de nuevas tecnologías que permiten que su uso resulte más seguro de lo que solía ser hace algún tiempo, e incluso algunas de sus viejas estructuras quedaron sin utilizarse. Y ahora, una de ellas, una planta nuclear abandonada, asombra al mundo porque empezó a producir otro tipo de energía.
Una antigua planta nuclear asombra al mundo
Los Proyectos Nucleares de Washington fueron construidos como respuesta a los elevados requerimientos energéticos que se presentaron en esa región de Estados Unidos hacia finales de los años 50. Sin embargo, fueron abandonados en los años 80 antes de ponerse en funcionamiento. Ahora esa planta nuclear asombra al mundo, porque genera una nueva forma de energía diferente, que es el sonido.
Esto se debe a la visión de un ingeniero especializado en electricidad y mecánica que trabajó en la NASA y además fue un músico exitoso llamado Ron Sauro. Este experto notó el potencial que ofrece este lugar para fundar su NWAA Labs, con sus paredes que tienen un grosor de 1.5 metros, y que en su interior guardan el que habría sido el reactor nuclear, lo que permite alejar cualquier ruido proveniente del exterior.
La estructura de esta planta nuclear fue ideada para protegerla de terremotos y de potenciales bombardeos. Es precisamente toda esa protección lo que le brinda su utilidad para las instalaciones del NWAA Labs, que presume de contar con las cámaras de reverberación de mayor tamaño del mundo, también posee salas anecoicas y otros ambientes que lo convierten en un gran laboratorio para el estudio del sonido.
Los Proyectos Nucleares de Washington tienen otra finalidad
Con el abandono de los Proyectos Nucleares de Washington durante los años 80, parecía que se iban a convertir en una obra muerta e inútil. Sin embargo, con la llegada de NWAA Labs, la planta nuclear cobró vida de nuevo, y de una forma sorprendente, pues actualmente es usada como un laboratorio de sonoridad que presta sus servicios e instalaciones para evaluar diferentes clases de productos de la industria del sonido.
Algunos de sus servicios incluyen ensayos de altavoces para diversas marcas reconocidas, estudio del nivel de ruido de los electrodomésticos y el análisis de diversos materiales como aislantes de ruido para la construcción (o lo que hizo esta planta en la mina de diamantes más grande del mundo). El arte también aprovecha estas instalaciones para hacer pruebas musicales y en el desarrollo de juegos de video.
En conclusión, hasta una planta nuclear puede cambiar sus funciones, pues una que fue abandonada en Washington ahora asombra al mundo porque alberga al NWAA Labs, un laboratorio de sonido que cuenta con las cámaras de reverberación de mayor tamaño del mundo. Su uso es muy variado e incluye ensayos de altavoces y análisis de materiales aislantes de ruido (incluso podría servir para el superlaboratorio de España).











