La disposición de la basura en España, de una forma efectiva que garantice la limpieza de las calles y la higiene del hogar, siempre ha sido una tarea difícil y polémica para el gobierno de turno. Se han creado muchos programas que solo resuelven el problema de modo temporal. Lo peor es que este problema va creciendo en la península, agravado por la actitud de algunas personas irresponsables. Debido a esta situación, las autoridades han decidido tomar cartas en el asunto, por lo que botar basura podría costarte una multa.
¿En qué consiste la digitalización de los contenedores de basura en España?
En España se ha dado un paso definitivo al incorporar tecnologías que son inteligentes que permitan una gestión más sostenible y eficiente de la basura urbana. Esto se ha hecho a través de un proceso llamado «contenedor digital» que incluye una tarjeta que es entregada a cada usuario que permite asegurar el cumplimiento de la normativa de la clasificación de los desechos.
Dichos contenedores permanecen cerrados y solo con estas tarjetas, que son personalizadas, pueden ser abiertos, por lo que se hace más fácil la identificación de la persona que depositó la basura. De esta forma se puede identificar a aquellos infractores. Ese sistema está siendo probado en algunas comunidades y municipios dando excelentes resultados, pero se está claro que la conciencia ciudadana es muy importante.
El llamado «turismo de basura»: una clase que nadie quiere
En España hay municipios que son muy estrictos en lo que se refiere a la normativa de clasificación de los residuos para el reciclaje. Pero tal y como lo dice 3Cat, la televisora catalana, esto ha dado origen a una actividad muy mal vista que consiste en el denominado «turismo de basura». Consiste en que un vecino va a la población más cercana que le queda al lado, para depositar su basura con el fin de sortear las normativas.
Esto ha convertido a la región catalana de Baix Penedès en un epicentro de guerra de residuos urbanos que la pone en riesgo de convertirse en algo parecido a la «Isla de Basura del Pacífico». Los municipios tienen su propia forma de recogida como contenedores convencionales o los digitales con tarjeta y de puerta en puerta. Esto trae un rechazo hacia la tecnología, vecinos que no quieren en su casa tener cinco contenedores y los horarios que son estrictos para la recogida.
Como consecuencia, algunas personas toma algunas formas de comportarse muy absurdas, como el sabotear o dañar las cerraduras para que los contenedores permanezcan abiertos. Con el fin de que no puedan identificar los depositantes de la basura u otros que suelen conducir en horas de la noche con bolsas de basura para dejarlas en los municipios vecinos en España. Lo peor es que para esto último, varios se ponen de acuerdo para turnarse.
Pero puedes recibir multas si eres un infractor
Si no cumples con la norma en España, puedes estar cometiendo un delito, ya que los diferentes ayuntamientos, en conjunto con la policía de la localidad, ha empezado con una política. La que consiste en abrir las bolsas de basura que estén colocadas fuera de los contenedores y aun dentro de ellos. Esto con el fin de identificar los infractores mediante documentos y facturas que se encuentren en dichos elementos. Con esta actividad se han multado más de 50 personas.
Y esto solo en la zona de Baix Penedès en España, estas multas van desde los 300 hasta los 3000 euros dependiendo de la cantidad de basura depositada, el municipio, la reincidencia, la distancia, entre otras agravantes. Otra medida es la presencia de agentes con ropa de paisano que custodian los alrededores de los contenedores más problemáticos. De esta forma se han impuesto más de 100 multas a quienes han pillado in fraganti.
Concluyendo, el problema de la basura en España se está convirtiendo en un enfrentamiento muy parecido al ocasionado por esta ciudad española que cambiaria de continente. Y es por la inconsciencia de algunos ciudadanos que depositan su basura en otros municipios para evitar las normas de los suyos propios. Pero con las nuevas políticas que rigen en muchas localidades, esta práctica podría convertirse en un delito. El que implicaría multas que van desde los 300 a los 300 euros, dependiendo de varios factores como cantidad, lugar y si es reincidente.