En el marco de la transición energética para el uso de fuentes que sean sostenibles en sectores industriales y del transporte, como forma de lucha contra el cambio climático, los minerales conocidos como “tierras raras” desempeñan un papel fundamental. Por eso se considera una bendición que esta provincia española sea rica en aguas raras y coloridas. Veamos un poco cómo es esto.
Lo que son las tierras raras y para qué sirven
Las tierras raras son un conjunto de 17 minerales que se encuentran en la naturaleza. Aunque su nombre es muy particular, no son “raras” por su escasez, al contrario, son muy abundantes en la Tierra. Lo que sucede es que se consiguen en concentraciones muy bajas por lo que difícilmente son viables económicamente y su extracción es muy compleja. Solo hay unas pocas minas en el mundo.
Tienen unos atributos que son muy especiales de conducción eléctrica, magnetismo y luminiscencia por lo que son indispensables en la construcción de equipos para los coches de movilidad eléctrica, baterías, turbinas eólicas, paneles solares, entre otros. Pero han sido descubiertos yacimientos importantes en una provincia española, específicamente en sus aguas.
Las tierras raras no se encuentran en la tierra sino en las aguas de esta provincia española
Un equipo de científicos adscritos a la Universidad de Huelva, han encontrado en las aguas de los ríos Odiel y Tinto, específicamente en la provincia española de Huelva, una verdadera mina de tierras raras que puede generar un total de hasta 24 millones de euros al año. Para esto se realizó un análisis de las fuentes que contaminan este recurso hídrico y se descubrió que su origen era algo sorprendente.
Pues es uno de los yacimientos más ricos en tierras raras del mundo (solo comparable con este yacimiento encontrado recientemente en Asia Central). Este fenómeno se debe, según explica uno de los investigadores, a la composición geoquímica de los suelos en el área además de efectos de la actividad minera que se desarrolló desde tiempos antiguos en la zona, esto último por los sulfuros metálicos.
Que fueron lixiviados junto a la tierra erosionada por el agua. Ello dio origen a una mina con drenaje muy ácido, pero con un extraordinario enriquecimiento de tierras raras en combinación con otros minerales. De tal forma que los vertidos en la Faja Pirítica ahora en lugar de ser un problema ambiental para el río, se han convertido en un reservorio de estos elementos para pasar a ser una solución que es sostenible.
Otro punto que hace muy interesante esta provincia española es que los análisis han arrojado que una gran parte de estas tierras raras pertenecen al tipo de pesadas y medias, este hecho las hace más valiosas por ser muy escasas. Igualmente, los mencionados análisis dicen que estas aguas también contienen otros minerales de alto interés comercial como zinc, aluminio, níquel, cobalto y cobre con una expectativa de explotación de cientos de años.
Los fosfoyesos: otra fuente que podría generar ingresos potenciales hasta por 8900 millones de euros al año
Este desecho industrial producido por la producción de ácido fosfórico para la fabricación de fertilizantes, y que tanta polémica desató en la provincia española de Huelva, ahora se ha descubierto que contiene una gran reserva de tierras raras y, junto a ellas, también se encontraron otros elementos muy valiosos como uranio, escandio, vanadio, galio, cobalto, boro e itrio, lo que hace de estas aguas una fuente estratégica.
En definitiva, la provincia española de Huelva es una región muy rica en tierras raras que están disueltas en sus ríos Tinto y Odiel (con ellos España podría arrasar con la tecnología electrónica, ya que al fin dispondrá de los materiales críticos necesarios). Con sus aguas coloridas y ricas en minerales de distintas clases, parecieran estar bendecidas a pesar de que inicialmente eran un problema ambiental.