En esta era de la descarbonización, las diferentes naciones del mundo han propuesto soluciones al problema de la movilidad, que es uno de los sectores más contaminantes del ambiente. Sin embargo, estas tienen el inconveniente de que son aisladas, es decir, solo son aplicables dentro de un territorio determinado, pero al salir de él, tropezamos con otra realidad bien distinta. Pero ahora hay una propuesta que integra a los países de Europa por lo que es muy ambiciosa, y es tan buena que la gran mayoría piensa que es inviable. Veamos de qué se trata.
El transporte por trenes eléctricos ¿la solución al problema de la movilidad contaminante?
Los trenes eléctricos han representado una alternativa viable frente a la gran fuente de contaminación aérea que representa el transporte que usa tecnología de combustión. Tanto los coches de turismo como los camiones que transportan mercancías e, incluso, los aviones. Por esta razón suponen una muy buena alternativa como solución al problema de desplazamientos cortos, medios y largos.
Ello porque actualmente son muy rápidos, puesto que desarrollan velocidades de hasta 350 kilómetros por hora, son muy cómodos, silenciosos y seguros, asimismo, tienen una muy alta eficiencia energética. Lo ideal es que se integren con fuentes de energía renovables, por lo que serían una opción limpia y completamente sostenible en Europa. La única traba es la gran inversión que requiere su implementación inicial, pero que será retornable en pocos años.
Una propuesta muy ambiciosa para Europa
El grupo de Dinamarca, 21st Europe ha propuesto el proyecto Starline, que es un tren de alta velocidad, que circularía a unos 400 kilómetros por hora y que conectaría las 39 principales ciudades de Europa. Como está planteada, la idea resulta muy atractiva en lo que se refiere a las rutas, pues podrías ir de Madrid a Helsinki haciendo un solo transbordo en Viena o vía directa hasta Estambul.
Como los trayectos serán largos, los vagones serían con asientos muy amplios y tendrían áreas abiertas con cafetería, aunque para el proyecto se podrían considerar estos trenes que viajan a 700 kilómetros por hora. Para que estas altas velocidades sean constantes, en todo el trayecto se eliminan en lo posible las pendientes pronunciadas y curvas muy cerradas, tal y como lo muestran en el mapa que acompaña el proyecto.
Por otra parte, los vagones del tren estarían pintados de azul, que los distinguiría y los haría un icono internacional urbano en Europa. Una propuesta interesante es que no exista la clásica división de los asientos, tal y como hacen en el transporte aéreo, aunque sí existiría la asignación de puestos a fin de mantener el orden. Además, este detalle serviría para que los usuarios puedan adquirir sus boletos en la aplicación diseñada a tal efecto.
Transporte de mercancía y estaciones
Aunque se ha demostrado que el transporte por tren es cinco veces más eficiente y rápido que enviarlas por carretera, solo el 20 % de la mercancía en Europa se moviliza por esta vía. Bajo este criterio, el Starline implementaría hubs para la carga y descarga en cada una de las estaciones a fin de promoverlo como forma de transporte internacional y también se encargaría de los trámites aduaneros.
Otro punto de atracción serían las estaciones en cada una de las ciudades, las cuales estarán diseñadas por arquitectos destacados de cada país, creando así terminales con la idiosincrasia local. Dentro de las mismas, además de haber tiendas, también habría espacios para museos y salas de concierto. Este proyecto resulta grandioso, sin embargo, muchos piensan que por esta razón no es factible.
En resumen, Starline es probablemente el proyecto más ambicioso de Europa, puesto que es un tren que conectará 39 ciudades a una velocidad media de 400 kilómetros por hora. La experiencia de viaje del pasajero comenzaría en la estación, puesto que sería como un centro cultural diseñado de acuerdo al país. Por otra parte, el usuario podrá observar al tren en tiempo real, ya que tendrá su propia aplicación, que será parecida a la del tren en España de Uber. Es tan grande este plan que muy pocos creen que se pueda hacer realidad, entre otras cosas, porque los gobiernos deberán ponerse de acuerdo.