Valencia tiene el pueblo más pequeño de España en su territorio. ¡Mide un poco más que un campo de fútbol! El año pasado, el número total de habitantes era 124, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Está a unos 20 minutos de distancia del centro de Valencia y abarca poco más de 0,012 kilómetros cuadrados. Llocnou de la Corona, con sus seis calles, se corona como el pueblo más pequeño de España. De hecho, esta región le quitó el título a otro municipio valenciano: Emperador.
Las dimensiones de Llocnou de la Corona son un poco más amplias de las que podríamos encontrar en un campo de fútbol. Contempla aproximadamente unos 250 metros a lo largo y 130 de ancho. Es más, es tan pequeño que los servicios básicos dependen de otro municipio, de Sedaví. Su construcción tiene su origen en el siglo XVII. Aunque algunos de sus servicios dependan de otras localidades, desde la transición cuenta con un equipo de gobierno independiente.
La actividad económica del pueblo más pequeño de España se centra en los talleres de coches y las tiendas de muebles. Su principal atractivo turístico es la iglesia, que tiene poco más de 100 años de antigüedad, puesto que fue inaugurada en 1904.
El pueblo de Valencia se convirtió en el más pequeño de España en 2022
En noviembre de 2022, Llocnou de la Corona arrancó el título del pueblo más pequeño de España al municipio del Emperador. Consiguió este récord gracias a una nueva medición cartográfica, ya que, según informaba el Instituto Cartográfico de Valencia (ICV) en antaño, las mediciones cartográficas se hacían por aproximaciones mientras que, a día de hoy, se hacen con precisión milimétrica.
Sus reducidas dimensiones (130 metros de ancho por 250 metros de largo) impiden que puedan realizarse actividades significativas. La alcaldesa, Paqui Llopis, dijo en una entrevista con Antena 3 que su espacio solo hace posible “una farmacia y una iglesia”. Si se dividen los escasos 12.000 metros cuadrados de superficie entre los habitantes, el promedio que le corresponde a cada uno es de 97 metros cuadrados por persona.
En este contexto, varios de sus residentes se ven obligados a desplazarse a zonas cercanas, como Sedaví o Alfafar, para acceder a servicios médicos o hacer sus compras cotidianas. De esta manera, la mayoría de los servicios básicos dependen de Sedaví. A pesar de esta “incomodidad”, muchos de sus habitantes tienen claro que como en Llocnou de la Corona no van a estar en ninguna parte.
Los vecinos del pueblo más pequeño de España se sienten como en casa
“Somos una gran familia y la gente de fuera que viene a vivir se adapta a nuestro estilo de vida. Siempre nos hemos ayudado los unos a los otros y tenemos buena relación”, expone María Amparo Martínez, una vecina cuya familia lleva cuatro generaciones en el mismo domicilio, a EL ESPAÑOL. Y agrega: “Aquí la vida es muy tranquila y, en cuanto a comunicaciones, no podemos pedir más. Estamos pegados a Valencia y, si no tienes vehículo o eres una persona mayor y tienes que desplazarte al médico, puedes coger un taxi. Además, hay transporte público y estamos rodeados de polígonos, centros comerciales y restaurantes”.
Mari Ángeles e Isabel, también vecinas del pueblo valenciano, expusieron su conformidad con su vida allí: “Esto es muy tranquilo, ahora tenemos más cosas alrededor, pero en lo que es el pueblo se vive muy bien. Antes estábamos un poco aislados porque nos rodeaban descampados que ahora están urbanizados. Pero seguíamos cerca de Valencia igual”.
Mucha gente no sabía del pueblo más pequeño de España, pero, tras salir la noticia en televisión, varios grupos comenzaron a interesarse por su forma de vida. Los amantes de la vida tranquila y la desconexión encuentran allí un refugio de oro.
