Establecer medios de comunicación terrestre que acerquen los países, y aun los continentes, para facilitar el tránsito de vehículos se ha hecho una prioridad entre los gobiernos. Esto porque tienen muchos beneficios para la población, como el turismo, la creación de ciudades nuevas y otros. Pero algunas veces esto es imposible, como este puente que comunicaría a España con África. Veamos el porqué.
Un puente que comunique a España y Marruecos sería muy bueno para ambas naciones
La idea de la construcción de un puente entre España y África no es nueva, pues tiene más de 40 años puesta en la mesa ya que la distancia que separa a ambas regiones es de tan solo 14 kilómetros. Esta vía de comunicación terrestre representaría un negocio redondo para ambas regiones, ya que sería la puerta que comunicaría dos continentes por tierra, facilitando el comercio y el intercambio de productos.
La única ruta de conexión por tierra actual entre estos dos territorios es atravesando por el estrecho del Bósforo por la ruta de Estambul, pasando por Siria, Líbano, Turquía, Israel y Egipto para alcanzar finalmente el Canal de Suez. Este recorrido es considerado poco menos que una locura. Sin embargo, hacer este puente de 14 kilómetros con el que se ahorraría esta odisea ha sido descartado muchas veces.
Pero… ¿cuál es el motivo que impide la construcción de este puente?
A pesar de los grandes beneficios que traería la construcción de esos 14 kilómetros de puente por el estrecho de Gibraltar para España, ese es un proyecto que en varias oportunidades ha sido rechazado por no ser viable y tener un riesgo muy grande. Esta negativa está fundamentada sobre tres motivos. El primero de ellos se refiere a que en este estrecho confluyen dos grandes masas de agua que son el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
Las aguas del primero son muy frías, mientras que las del segundo son cálidas por lo que, al confluir en este punto, dan origen a fuertes corrientes submarinas las cuales son muy destructivas para cualquier construcción, además de que al ser continuas e ininterrumpidas, no dan oportunidad para la colocación de cimientos ni cualquier otra estructura de soporte. Ahora veamos la segunda razón.
Debido a que el Mediterráneo es un área donde chocan la placa tectónica euroasiática con la placa tectónica africana, hay mucha actividad sísmica en la zona. El riesgo de un gran terremoto es muy alto, tal y como se ha comprobado a través de los años. Aunque se construya una estructura antisísmica, esta no podría soportar la magnitud y frecuencia de los movimientos telúricos.
La última razón se refiere a que en esta corta longitud de 14 kilómetros la profundidad marina es muy grande, ya que la misma va entre los 300 y 900 metros hasta llegar a un lecho marino que sea firme para colocar los cimientos, por lo que las obras de construcción serían muy complicadas. Por estos motivos es que la construccion de un puente, aunque sea relativamente corto no es viable para España ni Marruecos.
Una posible solución: la construcción de un túnel submarino
Como la construcción del puente es imposible, se ha planteado un túnel submarino (que sería similar a este que está en fase de construcción entre Dinamarca y Alemania). Tal y como está planeado, tendría una longitud de 28 kilómetros esquivando el camino más corto para evitar las grandes profundidades y uniría Malabata en territorio marroquí con Punta Paloma de la ciudad de Cádiz en España.
En conclusión, luego de muchas décadas de negar la construcción de un puente que una a España con África, se ha dado con una idea que resulta viable (aunque lo más justo sería decir que fue redescubierta, ya que había sido planteada hace más de 150 años) y es un túnel submarino. La dificultad es que discurriría por un lecho marino de hasta 500 metros de profundidad. Todo un reto de ingeniería.








