Hasta ahora, China ha sido la pionera de las megaconstrucciones de diferentes tipos, desde aeropuertos pasando por trenes de pasajeros y últimamente los edificios, entre los que cuenta con algunos de los más grandes del mundo. Sin embargo, esta región está por destronar al gigante asiático, ya que se encuentra en plena carrera por definir cuál será el rascacielo más alto del planeta. Pasemos a ver.
El rascacielo: una gigantesca megaconstrucción
El deseo de construir infraestructuras que alcancen al cielo no es nuevo en el hombre, pues los babilonios en la antigüedad tenían el sueño de hacer una gran obra como lo era la Torre de Babel, aunque ya sabemos por qué no se hizo. Lo más curioso es que nunca pensaron que esta aspiración se haría realidad siglos después y sin la intervención divina. Solo que la misma cambió de nombre.
Ya que ahora se llama rascacielo. Esta obra, al igual que en la antigüedad, representa el poder económico, la prosperidad y modernidad de las naciones y ciudades, por lo que se construyen cada vez más altos alcanzando los cientos de metros. Sobre todo, a partir de este segundo milenio, la carrera por tener la mayor de estas construcciones ha arreciado como muestra de los avances en ingeniería.
Dos países compiten por la obra más alta del mundo y ninguno de ellos es China
Entre los atributos que han hecho que China destaque en el sector de la construcción, está el levantamiento de obras en relativamente poco tiempo. Ahora hay dos países que están compitiendo por tener el rascacielo más alto del mundo: Arabia Saudí y Dubai, a pesar de que el segundo ostenta este título con el gran Burj Khalifa que con sus 828 metros destronó al Taipei 101 de Taiwán de 508 metros como el de mayor altitud en la actualidad.
Aunque se ha visto que hay numerosas construcciones alrededor del planeta, solo hay dos que pueden superar al Burj Khalifa (aunque este en los Estados Unidos es el más extraño por su forma), las mismas son las llamadas Torre Jeddah de Arabia Saudí y Creek Tower que pertenece a Dubái, las que se encuentran en plena construcción. A continuación, te las presentamos con mayor detalle.
Dubai: la Creek Tower
Las obras para el levantamiento de esta mole comenzaron en el año 2016 y, de acuerdo al proyecto, tendrá entre 1200 y 1400 metros de altura lo que será definido por la inversión a hacer. Entre sus innovaciones está que sus diez miradores a diferentes alturas permitirán ver la ciudad gracias a sus suelos que son de cristal. Esta edificación albergará, aparte de algunos apartamentos lujosos, restaurantes, áreas recreativas y un gran hotel.
Arabia Saudí: la Torre Jeddah
Este rascacielo lleva un paso más lento en su construcción, ya que comenzó en 2013 y aún no ha sido culminada. Al igual que la torre de Dubai, su altura máxima seria de 1400 metros y contendría un área residencial de gran lujo, uno o dos hoteles de muy alta gama, un observatorio que ocuparía su azotea, una zona de oficinas y un centro comercial con tiendas muy variadas.
Pero estas obras también han tenido sus dificultades
La construcción de cada rascacielo ha debido enfrentar grandes contratiempos. En este sentido, la Torre Jeddah fue paralizada en el año 2018 para erradicar la corrupción política y administrativa presente en la obra, siendo reanudada en febrero de 2025. Mientras que la Creek Tower debió detenerse, pero motivado a la pandemia del COVID – 19 y aún no ha recomenzado oficialmente, aunque dieron fecha de enero de 2026.
Como conclusión, en la carrera por tener el rascacielo más alto del mundo están participando dos países, como son Arabia Saudí y Dubai (aunque China tiene una curiosidad que consiste en el edificio abandonado más alto del planeta). La meta a superar serán 828 metros de alto, que es la del Burj Khalifa que, actualmente, ostenta este título. Sin dudas, la región de Medio Oriente se lleva todas las miradas
