La mayoría de los países están apostando por instalaciones nucleares, ya que representan una energía que es limpia y libre de emisiones de gases de efecto invernadero. Su único problema era referente a la seguridad y la posibilidad de accidentes nucleares, pero esa época crítica ha sido superada. Siguiendo esta línea, te presentamos el Santo Grial de los reactores que no produce desechos reactivos de larga vida.
La energía nuclear: una fuente polémica
Esta ha sido una de las fuentes energéticas más controversiales, puesto que tiene la capacidad de generar electricidad sin límites, ya que es prácticamente inagotable y sin necesidad de usar combustibles fósiles, por lo que es una opción muy atractiva en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global. Asimismo, su huella de carbono es muy baja y no tiene emisiones de CO2.
Otra ventaja es que es muy barata, aunque su inversión en la construcción suele ser alta. Pero tiene un problema asociado con la seguridad, esto porque en caso de un accidente nuclear suelen liberarse materiales radioactivos de larga vida y muy perjudiciales para la salud humana y el ambiente, a largo plazo. Pero ahora se ha anunciado una nueva tecnología de reactores que podría representar la adopción definitiva de esta fuente.
Una tecnología de reactores que es considerada el Santo Grial
Los tokamaks son un tipo de reactores experimentales que, en su momento, se consideraron los más avanzados para generar energía eléctrica. Pero ahora TAE Technologies, que es una compañía que se especializa en la creación y desarrollo de tecnología de fusión, ha presentado su prototipo de reactor Norm que es 100 veces más potente que un reactor tokamak convencional con un volumen similar de plasma.
Así como de potencia de campo magnético (que permitirá superar a China y su expansión de 100 reactores de energía atómica). Este aparato maneja un enfoque que es nuevo y revolucionario en la creación y optimización del plasma que hace que este proceso sea más barato y sencillo hasta en un 50 %. Una de las mayores dificultades de la fusión nuclear es que resulta necesario que el plasma esté estable.
A la vez que se deben alcanzar temperaturas de millones de grados. Para esto, TAE ha desarrollado la tecnología de Configuración de Campo Revertido (FRC). Entre las ventajas que posee están que, como el diseño es lineal, resulta más fácil de construir requiriendo un mantenimiento muy sencillo, su plasma crea el campo magnético necesario, por lo que no necesita de los imanes externos siendo más eficiente energéticamente.
Por otra parte, como estos reactores necesitan un bajo campo magnético en su interior entonces utilizan un combustible nuclear compuesto por boro e hidrógeno (p-B11) que es más sostenible y limpio, no genera desechos radiactivos de larga vida y con un más bajo nivel de radiación, en comparación con los generados por las plantas convencionales, ni tampoco producen neutrones con alta energía.
¿Por qué esta tecnología tiene posibilidades de consolidarse?
Los reactores basados en FRC son considerados unos de los mejores para alcanzar una transición energética de una forma segura y limpia, ya que no producen desechos de muy alta radiactividad ni de larga vida, asimismo, durante el proceso de generación de electricidad, no emiten gases de efecto invernadero y producen energía de manera constante e ininterrumpida, independientemente del clima o ubicación geográfica.
En definitiva, la tecnología de FRC en los reactores es el Santo Grial de estos equipos (y sería la gran solución a la paradoja de España), puesto que estaría en la capacidad de suministrar 100 veces más energía que los tokamaks convencionales y los residuos que produciría son de corta vida y de radiación reducida. Además, pueden producir energía constante e ininterrumpida durante muchos años.