En estos momentos en que el planeta pasa por una crisis energética en la que tiene mucho que ver el cambio climático y el calentamiento global, los países se han dedicado a buscar fuentes que sean limpias, no generen gases de efecto invernadero pero que sean eficientes. Sin embargo, también hay equivocaciones como esta en que invirtieron 1600 millones para construirla y ahora se dan cuenta de que solo fue un despilfarro.
La energía termosolar ¿cómo funciona?
Una planta de energía termosolar no es tan sencillo construirla y más cuando es del tipo de “concentrada”, ya que utiliza miles de espejos muy pulidos que se denominan “heliostatos» los cuales tienen equipos especiales que posicionan el elemento de tal forma que los rayos solares incidan en su superficie de forma perpendicular Estos son dirigidos a unas torres ubicadas en el centro de la estructura.
En dichas torres hay una un líquido, generalmente agua, y estos rayos reflejados por los espejos son recibidos y hacen que la temperatura se eleve haciendo que el elemento pase a estado gaseoso. El mismo se hace chocar contra las aspas de unas gigantescas turbinas que son parte de generadores para así, finalmente, producir electricidad que se caracteriza por ser limpia y sostenible.
Una instalación que para construirla hizo falta invertir millones
En el desierto de Mojave, Estados Unidos, se encuentra una de las centrales termosolares más grandes del mundo que se llama Ivanpah Solar Electric Generating System (ISEGS) en la cual se invirtieron 1600 millones para construirla comenzando a generar electricidad a partir del año 2014. Pero hoy, tan solo 11 años después, cierra sus puertas lo que representa la ruina de todos aquellos que estuvieron involucrados.
Esta clausura se produce debido a que, desde su inauguración, tuvo muchos problemas de índole económica, ambiental y técnica (en Nevada, también en EUA, la instalación de termosolar de Crescent Dunes igualmente fue un despilfarro de dinero). Una de las causas del fracaso de esta tecnología era que el alineamiento de los espejos debía ser exacto con respecto al sol, pero los dispositivos encargados son poco estables.
Además de que su confiabilidad es muy baja. Por otro lado, los precios por las operaciones y gestión se habían elevado por el funcionamiento de las turbinas y el mantenimiento de los equipos de movimiento de los espejos es muy especializado por lo que ha dejado de ser rentable a pesar de que su producción teórica era de unos 392 MW los que eran suficientes para alimentar alrededor de 140 000 hogares.
Pero desde el punto de vista ambiental, a partir del momento en que se decidió construirla, también fue duramente criticada, porque perjudicaría la vida y los ecosistemas del desierto. Entre ellos se encuentra la afectación y destrucción irreparable del entorno de variedades animales como la tortuga que habita el desierto y muchas aves han muerto incineradas a causa de los fuertes rayos reflejados por los espejos.
La tecnología solar superó a la termosolar
Para el momento de construirla, la termosolar concentrada era considerada la mejor tecnología en la generación de energía limpia, sin embargo, resultó ser muy compleja y cara. En cambio, la fotovoltaica tiene un impacto mucho menor sobre el medio ambiente y es mucho más barata, además, los módulos fotovoltaicos requieren un mantenimiento que es mínimo y son más eficientes.
En conclusión, la planta termosolar de Ivanpah resultó en un fracaso rotundo por la complejidad del sistema (aunque España se ha arriesgado al adquirir un “OVNI” que se encuentra ubicado en Sudáfrica). En tan solo 11 años de operaciones, después de construirla, ha tenido una larga lista de problemas de distinta índole que ha afectado su rentabilidad, esto sin contar con la afectación y destrucción de especies autóctonas.