Las relaciones con Rusia siempre han sido de una fría cortesía, puesto que es un país que posee políticas muy inestables y cambiantes a pesar de los muchos años que tiene el régimen que ostenta el poder. Como ejemplo te presentamos el cohete con el que este país amenaza el planeta y el peligroso combustible que usa.
El nuevo cohete que desarrolla Rusia y que sustituirá al legendario Soyuz – 2
A través de un tuit, Dimitri Rogozin, quien es el director general de la empresa Roscosmos State Corporation, que se especializa en la investigación, desarrollo y producción de cohetes y sus motores en Rusia, ha declarado que se está trabajando en un cohete que será el sustituto del archiconocido Soyuz – 2.
Este que está en proceso de construcción será de clase media y estará equipado con un motor que usa una mezcla de metano e hidrógeno como combustible. Esta declaración la hizo al finalizar su visita de inspección al Centro Voroznezh. Que es una planta donde se hacen estudios para la construcción de máquinas voladoras.
El proceso de investigación y fabricación de este elemento con el que se amenaza al planeta
Esta nueva versión que reemplazará al Soyuz – 2 consiste en un cohete supermoderno, que está siendo fabricado por la empresa IRD en conjunto con su producción de globos de titanio. De hecho, es quien está organizando toda la fabricación de la gama de cámaras de combustión de motores líquidos para cohetes.
En lo referente a la primera y segunda etapa del mismo. Por otra parte, el nuevo motor que usa hidrógeno y metano mezclados tiene mayor potencia, pero es más pequeño y liviano que los del ingenio que sustituirá. Ya se encuentra en periodo de pruebas de vuelo, resistencia y eficiencia.
De acuerdo al portavoz ruso, las mismas son satisfactorias hasta ahora, aunque faltan las que realmente decidirán si es factible su uso para las exigentes condiciones a que se verá sometido. Por otra parte, está diseñado como un elemento portador que será muy ligero pero muy versátil.
Aunque en primera instancia este hecho específicamente para poner en órbita baja, de manera muy económica, los nuevos satélites que se caracterizan por ser pequeños y livianos. Puede elevar los satélites a una altura de 200 kilómetros y su capacidad máxima de carga útil será de 2850 kilogramos.
Entre las mejoras que ofrece esta versión con respecto a su predecesor están el control de vuelo que es más preciso y con minimización de errores, un sistema avanzado de telemetría y su gran capacidad de almacenamiento y de carga. En este último sentido tiene la opción de que se le puede acoplar un contenedor.
El cual le permitiría llevar cargas más grandes de 11,4 metros de longitud por 4,11 metros de diámetro. Su almacenamiento original está diseñado para contener cargas, como máximo, de 3,7 metros de diámetro. Respecto a su combustible, como ofrece un mejor rendimiento será más liviano para llevarlo por el cohete.
Lo que resultó de la inspección de Rogozin a la planta de producción
La visita hecha por este alto directivo sirvió para despejar dudas respecto a la fabricación del nuevo ingenio. Asimismo, se reunió con los directores operativos de planta para plantear el diseño de un motor de nueva generación que use estas mezclas de combustible, que es muy peligrosa, de una forma más segura y eficiente.
En conclusión, Rusia está avanzando a pasos agigantados en la creación de un cohete equipado con un motor de alto rendimiento pero que utiliza este peligroso combustible el cual es muy volátil. Aún está en pruebas, pero seguramente lo veremos muy pronto en el espacio con el traslado de satélites.