Los tiempos actuales han traído profundas transformaciones a la humanidad debido fundamentalmente a los diferentes avances tecnológicos que han cambiado por completo el ritmo de la vida, la forma de trabajar y hasta las comunicaciones. Cada nuevo adelanto trae un cambio, por eso ahora decimos adiós a los paneles solares y los aerogeneradores, incluso a los tsunamis, porque ahora la clave es el sonido.
La civilización se consolida con el progreso
En el transcurso de la historia humana, han existido numerosas personas que han marcado profundamente las épocas en las que vivieron gracias a sus capacidades para ver más allá de las limitaciones que había en los lugares donde vivían. Fueron ellos los que con cada paso lograron superar los obstáculos para crear todas aquellas innovaciones que finalmente llevaron a la civilización a lo que es ahora.
En todas las ciencias se puede apreciar que el progreso ocurre con mayor rapidez, esto también significa que muchas de las cosas que eran consideradas como sólidas y seguras van quedando obsoletas más rápido. En el campo de la energía no podía ser diferente, por eso, ahora le damos el adiós a los paneles solares y los aerogeneradores, incluso a los tsunamis, todo eso se debe a una opción cuya clave es el sonido.
El sonido es la clave de la energía
La mayor parte del planeta está constituida por los océanos que ocupan aproximadamente el 71% de su superficie, y eso, aunado al movimiento constante de sus aguas, permite suponer que tienen todo el potencial para convertirse en una fuente energética muy poderosa para la humanidad. En ese sentido, hace poco se descubrió un fenómeno que permitiría obtener la energía de las olas mediante el uso del sonido.
Se trata de un procedimiento denominado la tríada resonante que se fundamenta en el hecho de que en los mares existen las ondas superficiales que son provocadas por el viento y la fuerza de gravedad, mientras que en las profundidades son las ondas sonoras las que producen el desplazamiento (y que puede ayudarnos a genera más de 80 billones de vatios de electricidad).
Lo que no estaba muy claro era si esas dos clases de ondas se relacionaban de alguna manera entre sí, y ese fue el hallazgo que realizó un grupo de científicos de Cambridge. Ellos descubrieron que las ondas profundas generadas por ruidos podían transmitir su fuerza a las que se encuentran en la superficie marina, y que esta actividad se puede realizar de forma controlada mediante el empleo de generadores sónicos.
Mediante este proceso de la tríada resonante, se puede lograr que las olas incrementen su altura hasta en un 30%, lo cual se traduce en una mayor producción por parte de los aparatos especializados en aprovechar el movimiento del mar para transformarlo en electricidad. Además, los científicos indicaron que los generadores de sonido también podrían satisfacer sus necesidades energéticas con este método.
La tríada resonante permitiría detectar los tsunamis
La tecnología de la tríada resonante tiene otra implicación de gran relevancia, pues mediante una variante de esta se podrían localizar ciertos ruidos relacionados con los tsunamis, que permitirían generar una alerta más temprana que los métodos actuales. E incluso, se ha llegado a sugerir que, teóricamente, sería posible controlar o reducir la fuerza de un maremoto mediante el uso del sonido submarino.
En conclusión, hace poco se descubrió una nueva tecnología llamada la tríada resonante que permite obtener energía eléctrica provocando el incremento controlado de la altura de las olas marinas, mediante el uso de generadores de sonido ubicados bajo el agua. Con este método también sería posible generar una alerta temprana de tsunami (así como el barro sería un sustituto del cobre en los cables).