En un mundo donde el cambio climático está ocasionando que todos los países industrializados hagan un frente común para tratar de revertirlo, el sector transporte es uno de los más contaminantes, específicamente el marítimo. Ha surgido una paradoja enmarcada por la transición energética ya que habrán buques cuya propulsión será con energías limpias y que transportan materia prima fósil.
El transporte marítimo: un sector muy contaminante de la atmósfera
Este sector de la movilidad comercial es fundamental en el comercio internacional, de hecho, el 80 % del transporte de todo tipo de mercancía y materias primas se hace por esta vía. Sin embargo, también es un gran contribuyente en lo que respecta a la contaminación del aire, puesto que se ha estimado que el 4 % del total de gases nocivos que se producen en el planeta, tienen su origen por los barcos.
De acuerdo a lo anterior, se calcula que en el 2024 fueron liberadas entre 800 y 1300 toneladas de dióxido de carbono, óxidos nitrosos, partículas finas y otros elementos perjudiciales para el ambiente y la salud humana. Aunque los buques son una forma de transporte muy eficaz, sobre todo en el caso de grandes volúmenes de carga, para llegar a una transición energética eficiente es necesaria la adopción de tecnologías limpias.
Una paradoja de la transición energética
La empresa Nippon Yusen Kabushiki Kaisha o NYK, empresa naviera de Japón dedicada al diseño y construcción de barcos sostenibles, ha firmado un contrato por una de las más grandes ironías de la transición energética: la construcción de buques tanqueros de transporte de petróleo que serán propulsados por un motor híbrido que usará fuel – oil y metanol. Además, incorporará un generador de alta eficiencia de eje.
Con el cual se reduce la necesidad de uso del fuel – oil. Debes saber que el también llamado e-metanol o metanol verde es un combustible ecológico que reduce las emisiones de gases en un 100 % comparado con carburantes de origen fósil (de hecho, compite con la propulsión de esta nave que es del tipo atómica). Ahora, los buques serán de la clase Very Large Crude Carrier o VLCC.
Que es un gran tanquero, el cual tiene la capacidad de transportar 310 000 toneladas de petróleo, y está diseñado para navegar por el Estrecho de Malaca entre Malasia, Tailandia y la isla de Sumatra en Indonesia. El fabricante y futuro operador lo define como la nave insignia con la que iniciará la era de la descarbonización en el sector del transporte marítimo petrolero. Y es que el e-metanol se está posicionando como combustible de nueva generación.
En el sector de la movilidad verde marina, por sus múltiples ventajas como su facilidad para almacenarlo ya que no requiere de tanques especiales, el tener una alta densidad energética y su producción a partir de fuentes renovables, además de las ambientales. Pero lo más irónico es que se use para propulsar buques que llevan petróleo, un mineral que la humanidad está tratando de erradicar de sus fuentes energéticas.
¿Para cuándo estará terminado y en funcionamiento?
Hasta ahora solo se ha suscrito el acuerdo, faltan muchos detalles por finiquitar como el diseño y construcción de sus motores de nueva generación adaptados para operar con fuel – oil y e-metano, así como su permisología. Pero se estima que para finales de 2027 se comience con las pruebas de estos buques y estén operativos para el año 2028. En un principio su flete será hecho por la empresa japonesa Idemitsu Tanker.
Para finalizar, la mayor paradoja en el proceso de la transición energética es la construcción de buques de carga que son propulsados por tecnología sostenible (como este barco que usa la energía del sol para moverse) con combustibles que no producen emisiones de gases de efecto invernadero. Estos barcos transportan grandes cantidades de petróleo, que es una fuente energética que el mundo está tratando de olvidar.