La Unión Europea se cansa de esta práctica ecologista: prohibida en todas las empresas para 2025

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Publicado el: 21 de marzo de 2024
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Unión Europea, greenwashing

El cambio climático está llegando demasiado lejos —más incluso de lo que podríamos imaginar—. Cuando las previsiones se están desbordando, la Unión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto. ¿La medida? Van a poner fin a una de las prácticas ecologistas más comunes entre las empresas, y quieren hacerlo para antes de 2025. Descubre las claves y tampoco te pierdas la triste tendencia turística que acabamos de conocer.

La paradójica práctica de las empresas: es ecologista, pero preocupa

El greenwashing, también conocido como «lavado verde» o «eco lavado», es una práctica comercial engañosa que consiste en hacer creer a los consumidores que los productos o servicios de una empresa son respetuosos con el medioambiente o sostenibles, cuando realmente no lo son.

Esta estrategia de marketing se ha vuelto muy popular en los últimos años, a medida que aumenta la concienciación de los consumidores sobre el cambio climático y la sostenibilidad. Muchas compañías utilizan el greenwashing para aparentar ser más ecológicas y atraer así a clientes preocupados por el medioambiente.

Sin embargo, en muchos casos se trata de afirmaciones exageradas, vagas o completamente falsas sobre los beneficios ambientales de los productos. Esto no sólo engaña a los consumidores, sino que también perjudica a las empresas que sí están comprometidas genuinamente con prácticas sostenibles.

Cuando decimos que es una práctica ecologista, nos referimos a que, en realidad, muchas de estas empresas tienen proyectos de sostenibilidad en marcha. Sin embargo, no ofrecen resultados tan ambiciosos como los que en realidad comunican (vamos, que pujan más alto de lo que deberían).

La Unión Europea está preocupada: toma cartas contra el greenwashing

La Unión Europea lleva varios años preocupada por el creciente problema del greenwashing. Se estima que más del 40 % de las afirmaciones ecológicas que realizan las marcas en la actualidad podrían considerarse engañosas. ¿No te parece una cifra inasumible? A las instituciones comunitarias también.

Esto es inaceptable para los líderes de la UE, que ven el greenwashing como una amenaza para alcanzar los objetivos climáticos y de sostenibilidad del bloque. Por ello, la Comisión Europea ha decidido tomar cartas en el asunto y endurecer la legislación para acabar con estas prácticas.

Consideran que el greenwashing socava la confianza de los consumidores en los productos sostenibles. Si los ciudadanos perciben que las empresas mienten sobre sus credenciales verdes, se volverán escépticos y no apoyarán la transición ecológica.

Los legisladores europeos creen que prohibir el greenwashing es crucial para alinear el mercado con los ambiciosos objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo. De nada servirá que la UE se fije metas de reducción de emisiones y uso de energías renovables, si las empresas pueden hacer afirmaciones vagas y engañosas.

Esta es la nueva directiva europea sobre el greenwashing

La Unión Europea ha aprobado una nueva directiva que establece normas más estrictas para combatir el greenwashing. Esta directiva forma parte del Pacto Verde Europeo y el objetivo es garantizar que las declaraciones de sostenibilidad de las empresas sean transparentes, precisos y verificables.

Los puntos clave de la nueva directiva son:

  • Prohibir el uso de afirmaciones ecológicas vagas, generales y no cuantificables como «respetuoso con el medio ambiente», «sostenible» o «eco». Las empresas deberán sustentar sus claims con pruebas y datos.

  • Exigir que las afirmaciones sean precisas y no induzcan a error al consumidor sobre los impactos ambientales de un producto o servicio.

  • Crear un repositorio de datos abierto para que consumidores y reguladores puedan acceder a la información que sustenta las afirmaciones ecológicas.

  • Imponer multas severas a las empresas que incurran en prácticas de greenwashing, pudiendo llegar al 6% de sus ingresos anuales.

Lo cierto, llegados a este punto, es que la Unión Europea quiere prohibir el greenwashing para que no volvamos a llevarnos un desengaño. De cualquier modo, no es el único con el que las empresas suelen quedarse con nosotros (en el sentido metafórico, claro). ¿Cuál es el otro del que no nos olvidamos? Esto que tomas todos los días y es 100 veces más tóxico de lo que pensábamos.