Desde hace algún tiempo los robotaxis están circulando por las calles de algunas ciudades de los Estados Unidos, como Texas, California, Arizona, San Francisco y últimamente, Los Ángeles donde la operadora Waymo comenzó con sus vehículos a mediados del año 2024. Pero no todos están de acuerdo con su uso por lo que se han dado casos de vandalismo contra estos coches.
Los taxis autónomos: una nueva manera de trasladar pasajeros
Los robotaxis, o taxis autónomos, son coches que no tienen un conductor humano y que operan trasladando pasajeros. Son muy avanzados y seguros tecnológicamente, puesto que disponen de sensores como LIDAR, radares y cámaras, además de inteligencia artificial, aprendizaje automático, mapas de alta precisión y un sistema de imágenes 3D que les permite la detección de obstáculos fijos y móviles.
Asimismo, están en la capacidad de tomar decisiones en tiempo real y son de una estupenda interacción con el pasajero. Tienen la ventaja de que para seleccionar la mejor ruta, y donde haya menor tráfico, utilizan un GPS. Sin embargo, no todos confían en un taxi sin conductor, este temor ha llegado a tal punto que ahora hay un nuevo delito que es el vandalismo contra los coches autónomos que prestan el servicio de taxi.
El vandalismo sufrido por los taxis autónomos
Los coches autónomos pueden conducirse solos, pero no tienen la capacidad de defenderse contra el delito del vandalismo en contra de ellos. Y no pueden defenderse porque están programados para detenerse ante el riesgo de atropellar a cualquier ser humano, lo que los hace presa fácil de las personas que se irritan porque por fallos en su configuración, por ejemplo, detienen el tránsito.
Quedarse dando vueltas en una rotonda o parados en un cruce. También se han dado casos donde obstaculizan vehículos de emergencia como ambulancias, patrullas y de bomberos (a pesar de que hay taxis autónomos que ya tienen carné de conducir). Sin embargo, también han sido vandalizados sin motivo (aunque no aprobamos ningún hecho violento que se produzca por cualquier razón).
Como ejemplo, tenemos este hecho donde un taxi autónomo de Waymo fue atacado. El mismo se detuvo frente a un semáforo que estaba en luz roja, ubicado en el popular barrio de Beverly Grove de Los Ángeles, durante la madrugada. De manera sorpresiva fue rodeado por un grupo de personas que estaban encapuchadas, por lo que se cree que el ataque fue premeditado y muy fácil de efectuar.
Puesto que el vehículo, un Jaguar i-Pace, se detuvo para evitar cualquier atropellamiento y, afortunadamente, no llevaba pasajeros. De inmediato comenzaron a destrozarlo según un video publicado por redes sociales, donde se observa como un hombre le daba patadas al lateral del automóvil mientras otra persona escalaba su techo y saltaba sobre el mismo. Procedieron a romper el vidrio de las ventanillas y del parabrisas.
De igual manera, fue arrancada la portezuela derecha delantera, del lado del pasajero y, por lo menos, una llanta aparece pinchada. Si esta situación se da con un coche que tuviera un conductor humano, probablemente buscaría huir y seguramente alguno de los que están causando vandalismo saldría herido. Por lo que existe un vacío legal que preocupa a los operadores de taxis autónomos.
No es un incidente aislado este hecho delictivo
Otros casos de vandalismo se han dado en diferentes localidades donde funcionan los robotaxis, como ocurrió el pasado año en Texas y San Francisco, este último fue el más grave, pues incendiaron el coche. En principio, estos ataques se limitaban a inutilizar los coches poniéndoles un cono sobre el capó, pero ahora la violencia ha escalado a simplemente destrozarlos.
Concluyendo, los coches autónomos se enfrentan a un nuevo desafío que es el vandalismo (y también Tesla está sufriendo con este flagelo que ya utiliza un arma indetectable). Lo peor es que los propios vehículos no pueden hacer nada, ya que se manejan solos pero son incapaces de defenderse porque, en caso de ataque, están programados para detenerse y así evitar un posible atropellamiento.