Hay diferentes formas en que las personas desean el final de sus días en este mundo, sobre todo aquellos que tienen capacidad económica para cumplir sus más extravagantes deseos que van más allá de lo convencional y que involucran a sus deudos. Te traemos un ejemplo donde algunos pagaron verdaderas fortunas por un viaje en el espacio y terminaron alimentando a los peces. Pasemos a ver cómo es esto.
Una empresa de vuelos funerarios espaciales conmemorativos
Todos, en algún momento, nos ha llamado la atención el realizar un viaje al espacio aunque sea después de muertos, en este último caso así se lo hacemos saber a nuestros familiares. Ahora existe la posibilidad de que los deudos de una persona fallecida puedan hacer que sus cenizas paseen por el mundo sideral en órbita sobre la Tierra, regresando después para que ir hasta su sitio de descanso eterno.
Este servicio, que es tan emotivo como innovador, es proporcionado por la empresa Celestis Inc. desde el año 1994. Para ello utilizan pequeñas cápsulas donde van las cenizas de las cremaciones de los restos de las personas. Tiene más de 24 vuelos donde han trasladado más de 2000 restos de individuos provenientes de todas partes del mundo. El servicio incluye paseos para los familiares y allegados por sus instalaciones.
Un paseo por el espacio que finalizó en el fondo del océano
La compañía Celestis, cuya sede queda en los Estados Unidos concretamente en Texas, cobra grandes fortunas a los familiares que desean que las cenizas de sus seres queridos hagan un llamado “paseo conmemorativo” el cual consiste en ir al espacio y orbitar el planeta. Pero en el más reciente vuelo los restos de 166 fallecidos nunca regresaron a sus familiares y se convirtieron en comida para peces.
Para esta experiencia contrataron los servicios de una startup bávara llamada The Exploration Company (TEC) que transportó estos restos en una cápsula llamada Nyx Mission Possible (es factible que esta tecnología forme parte del proyecto de la primera central energética espacial) Esta nave realizó tres órbitas completas a la Tierra, incluyendo una travesía por nubes de partículas que están cargadas eléctricamente en los polos.
Para después tomar la ruta de regreso al planeta, en ese momento se hallaba en una órbita baja a una altura aproximada de 550 kilómetros sobre la corteza terrestre. En la fase de ingreso, se cumplió con el proceso de manera controlada y de acuerdo a lo previsto, incluso la comunicación se restableció después de un periodo normal en que esta fue interrumpida cuando se alcanzaron las máximas temperaturas.
La cápsula debía aterrizar en una zona del océano Pacífico previamente establecida donde los equipos de rescate esperaban para recuperarla, sin embargo, nunca llegó de su viaje por el espacio. Se presume una anomalía técnica, ya que se perdió la comunicación cuando aún faltaban 26 kilómetros para llegar al punto convenido, se estima que la misma ocurrió justo antes del momento de desplegar los paracaídas.
Lo que dicen las empresas involucradas
Por su parte, TEC ha dicho que han asignado a un equipo independiente la investigación de los hechos, el resultado de la misma será compartido con sus inversores, clientes y con sus operadores internos. Mientras tanto, Celestis se disculpó y espera que los familiares y deudos de los pasajeros encuentren paz al saber que su sitio de descanso es la inmensidad del océano después de ir al espacio.
Concluyendo, los familiares de personas fallecidas pagaron grandes fortunas para brindarles un paseo por el espacio (aunque se debe tener cuidado porque se ha comprobado la existencia de bacterias extraterrestres), pero ahora son alimento para peces del océano Pacífico. Esto porque durante su reingreso a la Tierra, se perdió la comunicación a una altura de 26 kilómetros, antes de que se abrieran los paracaídas.