Cuando se instaló la primera planta energética fotovoltaica en España, la Toledo PV, en Toledo, pocos hubiera podido prever la importancia que esta tecnología iba a adquirir con el paso de las décadas. Hoy esta energía conforma un 30% de nuestro pool eléctrico y dos empresas están apunto de poner en marcha la primera planta de producción de vino solar en nuestro país.
El vino solar: ¿España impondrá una nueva tendencia en el mundo?
La combinación de energía solar con la agricultura es una aplicación para esta fuente renovable que se viene estudiando desde hace algún tiempo. En muchas zonas agrícolas de nuestro país se emplea la energía solar para alimentar los sistemas de riego y procesamiento de alimentos, ahorrando dinero en electricidad y regulando de manera más eficiente el sol directo que reciben los cultivos.
Por otro lado, en algunas zonas rurales la energía fotovoltaica se ha convertido en una excelente alternativa para el autoconsumo y la venta del excedente energético a la red, generando un pequeño margen que ayuda a la rentabilidad. Las sucesivas mejoras que se han ido desarrollando en la eficiencia energética de los paneles solares han hecho posible una integración cada vez más sólida.
Ahora, Repsol, en conjunto con la startup Powerfulltree y la Escuela Enología–CIFP San Gabriel, han dado un nuevo giro a la integración de la fotovoltaica con la industria vitivinícola española. Se trata de un proyecto para producir «vino solar», una planta piloto de 300 metros cuadrados con paneles solares elevados a cuatro metros sobre un viñedo. La misma cuenta con una capacidad de 26 kW.
Viñedos y energía solar: un gran impulso para la industria vitivinícola española
La recientemente inaugurada planta piloto, cuya instalación estuvo a cargo de Solar360, una empresa pionera en paneles solares de alta eficiencia, se encuentra en las instalaciones del CIF San Gabriel. El proyecto cuenta con el apoyo de las autoridades locales y tiene por objetivo mejorar el rendimiento de los viñedos reduciendo el impacto del calentamiento global en los cultivos.
El cambio climático y el debilitamiento de la capa de ozono han provocado que la irradiación solar directa sobre los cultivos pueda llegar a ser prejudicial, especialmente para plantas tan delicadas como son las vides. El proyecto del vino solar podría presentar una solución a este problema creando un sistema de sombrero activo con paneles móviles instalados sobre los cultivos.
De esta manera se puede regular la posición de las celdas fotovoltaicas para generar la cantidad precisa de sombra, absorbiendo el exceso de radiación solar y de calor por medio de un sistema inteligente que sería posible programar de acuerdo a las condiciones locales. Los paneles se mueven de manera autónoma para garantizar que las condiciones siempre sean óptimas.
Los beneficios del vino solar: doble aprovechamiento para las tierras de cultivo
Esta planta piloto tiene un gran potencial para la industria agrícola española, ya que permite generar energía solar sobre las mismas tierras de cultivo, reduciendo gastos en electricidad y mejorando las condiciones ambientales del terreno cultivable. También sería posible usar la energía generada para la desalinización del agua de mar, produciendo agua apta para riego sin recurrir a las reservas de agua potable.
Powerfulltree, la startup impulsada por el programa Fondo de Emprendedores de Repsol, tiene grandes expectativas para la aplicación de este mismo modelo de cultivo de vino solar en otros tipos de producciones agrícolas y su eventual exportación al resto del mundo.
España ya ha dado el salto: seremos pioneros en la agricultura sustentable
Cada uno de estos nuevos proyectos suman un eslabón al circuito de economía circular que se está desarrollando en España. Al combinar este proyecto de vino solar con otros como el biocombustible que se produce a partir de desechos orgánicos nos permitirán impulsar la economía al tiempo que se reduce la dependencia de combustibles fósiles y se descarbonizan las industrias.
