Los coches de motor de combustión interna están, desde hace tiempo, en la mira de todas las organizaciones y autoridades ambientales. En medio de una difícil competencia entre los fabricantes de coches europeos y las marchas chinas, Volkswagen anuncia su intención de mantener su apuesta por el motor del siglo XX mientras sigue esperando una oportunidad de entrar al mercado eléctrico.
El motor del siglo XX no se quedó en el siglo XX: un curioso panorama con más preguntas que respuestas
La Unión Europea ha sancionado la prohibición de los coches no electrificados para el año 2035, razón por la cual los fabricantes invierten cada vez mayor presupuesto en el desarrollo de modelos sustentables que tengan salida en el mercado. El gran problema es que, actualmente, el mercado de los coches eléctricos está en poder de unos pocos fabricantes como Tesla y las marcas asiáticas.
Hacer la transición de una planta fabricante de coches de combustión hacia la electrificación no es un trabajo sencillo. No sólo hay que tener en cuenta los gastos operativos y de infraestructuras, sino también la salida de mercado de los coches eléctricos fabricados. Este último problema es el que, principalmente, afecta a la firma alemana Volkswagen.
Las ventas de los coches eléctricos de Volkswagen no están dando los números que se esperaban. Los modelos ID.3 e ID.4 han tenido cierto éxito en el mercado, reportando un balance positivo que permite a la compañía seguir invirtiendo en investigación y desarrollo. Sin embargo, desde la compañía han declarado que no esperan competir en volumen con gigantes del sector como Tesla.
Volkswagen no ha terminado con la combustión: una vuelta hacia el siglo XX
La combustión interna, que fue tanto el impulso del motor del siglo XX, como de la propia firma alemana que durante décadas ha sido un referente de la industria, tiene hoy los días contados. No obstante, la empresa ha declarado que esta seguirá siendo su base de ganancias aún a pesar de que cuentan con un margen de apenas una década para electrificar sus motores.
Según los directivos, la empresa seguirá apostando por motores tradicionales con el fin de poder mantener el presupuesto que dedican a la investigación y desarrollo de motores sustentables que les permitan posicionarse en el mercado actual. Los alemanes destinan un tercio de su capital en el área de los eléctricos y han confirmado que este porcentaje se mantendrá sin tocar.
No es sencillo para una empresa tan reconocida declarar que seguirán apostando por un motor del siglo pasado cuando todos los fabricantes están siendo presionados para reducir a cero las emisiones de sus vehículos so pena de quedar fuera de la industria. Pero Volkswagen no parece preocupada por este futuro, aunque trabajan a marchas forzadas para completar su motor eléctrico AP550.
El problema de los coches eléctricos: Volkswagen tiene claro su plan (y no gusta en Europa)
Según afirman desde la marca que seguirá apostando por este motor del siglo pasado en pleno 2024, el obstáculo para la electrificación de sus coches es la reducida demanda que existe en la actualidad para este tipo de motores. Esto es lo que los ha llevado a la conclusión de que, para su modelo de negocios, la estrategia más adecuada es esperar a que las regulaciones y el mercado multipliquen la demanda.
El plan de la compañía es emplear los beneficios que puedan obtener en los próximos años a raíz de la combustión interna para acelerar el desarrollo del AP550, que, presumiblemente, estará presente en el próximo modelo ID.7.
La cuenta regresiva para Volkswagen
Diez años es un periodo relativamente breve para pasar de la fabricación del motor del siglo XX de combustión, a los nuevos motores cero emisiones que trabajan con electricidad. La firma tendrá que pisar el acelerador si quiere mantener su posición frente al motor híbrido de China que arrasará el mercado y que funciona con dos tipos de combustible diferentes.
