Hemos visto en los últimos años cómo el hidrógeno se ha ido ganando rápidamente un lugar como el combustible del futuro, al punto de que ya tenemos el primer coche de carreras con motor de hidrógeno. Ahora, parece que Europa finalmente se despide del gas natural gracias a esta revolucionaria superturbina.
Adiós al gas natural, hola al hidrógeno
Europa está lidiando fuertemente para librarse de los combustibles fósiles para producir energía eléctrica, y para revertir todas las consecuencias que esto conlleva. Sin embargo, a pesar de la constante y creciente inversión de capital y trabajo en energías alternativas, nuestras redes eléctricas siguen usando combustible fósil. Las energías alternativas como la solar y eólica todavía no alcanzan a cubrir la demanda.
En los últimos años, hemos conseguido reducir en gran medida el uso de plantas eléctricas de carbón, las más contaminantes, en favor del gas natural, una alternativa más limpia. No obstante, hablamos de derivados de petróleo, por lo que su uso sigue implicando un serio perjuicio para el medio ambiente y, además, son energías poco eficientes que ya no pueden cumplir con nuestras demandas.
Desde hace ya algún tiempo hemos dado el siguiente paso, combinando el gas natural con hidrógeno, lo cual reduce seriamente las emisiones de CO2. Ahora, con la nueva superturbina GT36 desarrollada por Ansaldo Energia, se ha encendido exitosamente la primera planta de energía que usa sólo hidrógeno. Este logro podría ahorrar grandes gastos a nuestros gobiernos y reduciría la huella de carbono.
Un logro histórico para Europa
El hidrógeno es una fuente de energía renovable que no genera emisiones de gases de invernadero. Esto se debe a su gran capacidad energética. Mientras que el carbón, la fuente de energía más usada, ofrece hasta un 40% de eficiencia y el gas natural hasta un 60%, el hidrógeno puede llegar a ofrecer entre un 80% y 90%.
Esto significa que, mientras que nuestras plantas eléctricas de GNC lanzan a la atmósfera un casi la mitad del combustible en forma de sustancias nocivas, el hidrógeno se aprovecha casi en su totalidad. Esto significa no sólo una gran ayuda para combatir la huella de carbono, sino también una mayor rentabilidad y un respaldo en caso de que la guerra en Ucrania lleve a Rusia a cortar el suministro de gas.
El problemas es que, hasta ahora, la tecnología disponible no permitía una concentración mayor al 40% de hidrógeno, el resto debía combinarse con gas. Pero la nueva turbina GT36, lo ha cambiado todo, siendo la primera en funcionar exitosamente con una concentración de hidrógeno del 100%. Esto supondría un gran alivio para hacer frente a una posible crisis energética por falta de gas natural.
Energía limpia para medio millón de hogares
Esta revolucionaria turbina eléctrica de hidrógeno fue impulsada por el programa FLEX4H2, que recibe financiamiento del gobierno Suizo y la Unión Europea. El objetivo es que, en un plazo de cuatro años, esta tecnología esté funcionando en una planta eléctrica que proporcionará 560 MW, lo que representaría suministro eléctrico estable para unos 500000 hogares sólo con este primer modelo.
Esto representaría electricidad limpia y renovable para una población como la de Murcia. La GT36 acaba de superar su primera prueba de encendido en instalaciones de Alemania, donde se pondrá en marcha la planta eléctrica que será la primera en implementar esta nueva energía.
Una solución muy prometedora
Las emisiones de CO2 y la posible crisis de gas natural a causa de la guerra entre Ucrania y Rusia, nuestro principal proveedor, demuestran la urgencia de abandonar los combustibles fósiles. Gracias al impulso a tecnologías como esta turbina y la nueva energía descubierta en las Islas Canarias, parece posible.