Alemania tenía el motor «eterno e indestructible», pero fracasó: el misterio que han preferido no revelar jamás

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Publicado el: 13 de julio de 2024
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motor Volkswagen

Alemania se ha distinguido por fabricar coches que tienden a ser de muy buena calidad y duraderos. Se dice que un carro alemán está hecho para que antes de acabar con él, se acabe el conductor. Aquí te traemos el motor eterno e indestructible de los germanos y la razón de su fracaso.

El motor SDI 2.0 de Volkswagen: era «eterno e indestructible», pero se quedó 15 años atrás

Esta máquina de hace más de 15 años se caracterizaba porque era un motor de Volkswagen que no tenía sobrealimentación. Era una maquinaria diésel de aspiración atmosférica, es decir, enfriado por aire. Su era finalizó cuando apareció el TDI que era turboalimentado.

Sin embargo, esta empresa se resistió a abandonar esta tecnología, por lo que venía vendiendo sus coches con la versión SDI 2.0. ¿Por qué hacía esto? Muy sencillo, porque era reconocido como el mejor a pesar de sus bajas prestaciones y de que la tecnología iba mejorando día a día.

Cuáles eran sus características principales: un motor eléctrico tan futurista, que fracasó

Diario Motor ofrece una información muy completa sobre las especificaciones de esta maquinaria. En principio, tenía un bajo par máximo de 140 N-m a 2.400 rpm y 75 CV a 4.200 rpm. También tardaba unos 16,7 segundos en llegar de 0 a 100 km y su máxima velocidad crucero era de 163 km/h.

Por otra parte, solo era fabricado en transmisión manual, quizá por la baja potencia. Asimismo, tenía cinco relaciones de cambio las cuales eran muy cortas. En ese sentido, cuando desarrollaba 120 km/h, podía girar cerca de las 3.000 rpm, lo cual no es muy bueno aunque no es negativo del todo.

Como las versiones de esta maquina con turbo TDI eran muy superiores y eficientes en muchos aspectos, incluso con menor gasto de combustible, como dice Diario Motor, parecía que la muerte del SDI era un hecho. Solo en potencia, el TDI era capaz de dar 140 o 170 CV además de otros aspectos.

Debemos destacar que el SDI 2.0 era el motor más sencillo y básico que fabricaba la empresa Volkswagen. Pero tenía una ventaja insuperable, la cual es que eran eternos e indestructibles. Aunque debemos señalar una curiosidad y que la empresa los montó en solo algunos de sus modelos.

Que eran las versiones básicas de Volkswagen Caddy y los Golf. Ni siquiera en sus guerreros Skoda o SEAT. De hecho, por ejemplo, en el Volkswagen Golf agendaban un promedio de consumo de combustible de 15,3 litros por cada 100 km de recorrido, lo que era bastante.

Valor que aparentemente no está mal, pero está muy por debajo de los estándares actuales. Por otra parte, tenía una pobre potencia específica de tan solo 37,5 CV/litro, lo que, en términos automotrices, lo hacían poco “apretado”.

Era indestructible y eterno, pero fracasó: Alemania todavía se arrepiente de su invento

Diario Motor explica que la extraordinaria durabilidad de esta maravilla, que parecía eterno, se basaba precisamente en su sencillez y por ser muy básico. Como no tenía sobrealimentación se eliminaban, de una vez, todos los problemas asociados al mantenimiento y cuidado de los turbocompresores.

De esta forma se aseguraba una indestructibilidad y confiabilidad de todo el conjunto, solo comparable a motores de alta gama. Eran capaces de superar los 500 000 km de recorrido solo haciéndole el mantenimiento más básico y sin cambiar piezas importantes.

Pero ¿por qué fracasó? Las razones son varias, aquí te van dos. Primero, por no contemplar las restricciones medioambientales como lo referente a la reducción de emisiones. La segunda es por la mala política de Volkswagen al ofrecerlo solo en sus modelos básicos.

Como puedes observar, Alemania tuvo en sus manos el Santo Grial, un componente que era eterno e indestructible, pero fracasó al no tener en cuenta la tendencia actual de hacerlo sostenible, ecológico y amigable con el ambiente disminuyendo sus emisiones de CO2.