La bioconstrucción es un modelo de arquitectura que viene desarrollándose desde hace varios años con el objeto de mitigar las emisiones de carbono a la atmósfera que el sector de la construcción aporta con su excesivo 7% del total mundial. Este estilo selecciona recursos naturales para la edificación y así como conocimos a este ladrillo dulce, ahora veremos la factibilidad de incorporar material vivo en la construcción.
La incorporación de material vivo en la construcción puede ofrecer grandes ventajas
La arquitectura pasiva que está tomando cada vez más fuerza en todo el mundo comprometido con el medio ambiente, se destaca por sus conceptos constructivos basados en la utilización de material vivo para sustituir a los industriales más contaminantes.
En este caso, se ha estudiado y comprobado la eficiencia de incorporar algas en la construcción como reemplazante natural del hormigón para reducir las emisiones del sector en un 60%, utilizado tanto para las paredes como para el revestimiento o bien como aislante.
Las propiedades encontradas en estos microrganismos acuáticos han resultado satisfactorias ofreciendo propiedades mecánicas únicas en los edificios, así como la resistencia del material vivo frente a la exposición al fuego y a las filtraciones.
Las algas sustituirán al hormigón en un corto plazo
La eficiencia energética tan codiciada por los métodos constructivos actuales se combina muy bien con recursos de construcción provenientes de material vivo que se encuentren en la naturaleza de forma abundante y que posean propiedades que le permitan dar competencia a los fabricados de manera convencional.
Por medio de distintas investigaciones y pruebas el Instituto Fraunhofer de Física de Construcción (IBP) de Alemania ha realizado un experimento exitoso en una edificación utilizando un sustituto de cemento al que le incorporó bacterias y microalgas que ofrecieron prometedores resultados.
Este biocemento contiene un material vivo denominado cocolitóferos o microorganismos unicelulares que están cubiertos por estructuras microscópicas hechas de carbonato de calcio del cual se forman las conchas y esqueletos de muchos organismos acuáticos.
El mineral tan preciado para la mezcla del cemento portland ahora podemos extraerlo de las algas que crecen en aguas dulces o saladas y pueden sustituir al hormigón por su baja o nula emisión de carbono y sus comprobada eficiencia mecánica, resistente y durable.
Las propiedades del biocemento en la construcción
Un equipo de la Universidad de Colorado en Boulder también participó de un experimento colaborativo para identificar las propiedades de las algas en relación con el cemento para la bioconstrucción y hallaron que el material vivo ofrecía grandes beneficios con respecto al cemento portland.
Durante el proceso descubrieron que algunas especies de algas como las calcáreas eran capaces de producir suficiente piedra caliza de la que se abastecen los arrecifes de coral mediante el proceso de fotosíntesis para incorporar al cemento portland con cero emisiones de carbono.
A través de la luz solar, el agua y el material vivo alimentándose de su dióxido de carbono se puede crear una cantidad de carbonato de calcio para abastecer a la construcción por estos cocolitóferos que pueden cultivarse en grandes espejos de mar o agua dulce.
Otras propiedades de las algas para incorporar en la construcción
Por otra parte, se han analizado las propiedades ignífugas de las algas en tanto mantienen su propia humedad para mantenerse como material vivo y repeler al fuego. Esta característica es un plus para los métodos constructivos de la arquitectura pasiva.
Adicionalmente, se ha comprobado su capacidad de autoreparación de acuerdo a su fuerte resistencia a la degradación microbiana por la ausencia de proteínas dentro de su estructura. A la inversa del cemento que con el tiempo puede presentar filtraciones, este material vivo puede reconstruirse.
La utilización de algas en la construcción ofrece un alto potencial como aislante térmico y acústico, manteniendo un ambiente interior cálido y sin humedad. Así es que pronto veremos en las ciudades edificios y proyectos constructivos en base a material vivo como las algas, así como en este edificio sostenible.













