Son innumerables los casos en los cuales los intereses de algunas grandes compañías han sobrepasado todos los límites con tal de alcanzar sus objetivos, sin importar si con eso ponían en riesgo la vida y la salud de los seres vivos. Y ahora vuelve a ocurrir, porque los dueños de la tecnología arriesgan todo para lograr sus fines y, para ello, impulsan las dos mayores amenazas que ponen en riesgo a la humanidad.
Hay intereses que producen consecuencias negativas
Han sido muchas las ocasiones en las que los intereses de diversa índole han sacado partido de su poderío para lograr prevalecer sin importar las consecuencias que eso podría provocar en el resto de su entorno. Aunque en ese sentido, se suelen dar dos casos muy diferentes, y es que por un lado estarían aquellos en los que se hacía algo sin tener el más mínimo conocimiento del daño que estaban generando.
Y por el otro, que es el más perjudicial, se encuentran los que realizan ciertas actividades a pesar de saber a ciencia cierta que van a producir consecuencias muy negativas a quienes se encuentren relacionados de alguna manera con esa acción. Y eso es exactamente lo que están haciendo los dueños de la tecnología, lo arriesgan todo sin importar el desenlace, e impulsan las dos mayores amenazas a la humanidad.
Las amenazas de la energía nuclear y la tecnología
Los dueños de las nuevas tecnologías, entre las cuales se incluyen las diversas inteligencias artificiales, se enfrentan a un obstáculo de grandes dimensiones, pues todas tienen en común el grave inconveniente de necesitar enormes cantidades de energía. Y para resolver este problema, han decidido obtenerla a través de la nuclear, uniendo de esta forma a las dos mayores amenazas que enfrenta la humanidad.
Esto quedó en evidencia hace poco cuando se dio a conocer la información de que Meta, la megaempresa propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, hizo un trato con Constellation Energy, el mayor productor energético libre de carbono de Estados Unidos, para el suministro de electricidad a partir de la energía nuclear (o el pacto suscrito por las tres más grandes compañías tecnológicas del mundo).
Mediante este acuerdo se unen dos grandes amenazas para la humanidad, pues mientras mayor sea el progreso de la inteligencia artificial, más se incrementa el riesgo de que desarrolle cierta autonomía que le permita ser capaz de tomar decisiones por sí misma, independientemente de la voluntad humana. Y, por otro lado, en varias partes del mundo son ampliamente conocidos los riesgos de usar energía nuclear.
Actualmente, promocionan a la nuclear como una fuente energética limpia porque no produce emisiones de carbono, y ahora hay unas nuevas estructuras modulares que son más pequeñas y manejables. Sin embargo, siempre hay que tener presente las amenazas que significan para la vida y el medioambiente el manejo inadecuado de sus residuos radiactivos, así como también los diversos problemas de seguridad.
El resurgimiento de la nuclear como fuente energética
El trato entre Meta y Constellation Energy para suministrar energía nuclear a sus centros de datos prolongará la vida útil de la planta nuclear Clinton en Illinois. Y al parecer, esta es una nueva tendencia entre las tecnológicas, pues Google y Amazon también buscaron la atómica, solo que estas prefirieron contratar con los reactores modulares pequeños, pero ambos modelos son amenazas reales para la humanidad.
En definitiva, las nuevas tecnologías, incluyendo los centros de datos, necesitan enormes cantidades de energía, y los dueños de estas empresas decidieron obtenerla de la fuente nuclear (que es tan peligrosa que deberían hacer este proyecto muy lejos). Asi se unen dos grandes amenazas para la humanidad, la inteligencia artificial que puede empezar a tomar sus propias decisiones, y los riesgos de la contaminación radiactiva.
