En la actual lucha contra el cambio climático y el calentamiento global, los diferentes países están en la búsqueda de energías que sean renovables y sin emisiones de gases de efecto invernadero. Frecuentemente, estas investigaciones las hacen a través de institutos y universidades. Así han logrado alcanzar el mayor avance del siglo al sembrar baterías usadas para obtener combustible. Veamos cómo es esto.
Las energías verdes: un gran avance para la humanidad
La Tierra ya ha dado señales de cuánto está afectada por la actividad humana contaminante a través del cambio climático que ocasiona eventos meteorológicos muy destructivos que gradualmente son causa de una primavera y un otoño cada vez más cortos. Por lo que eventualmente desaparecerán como estaciones del año, a la vez que los veranos son cada vez más calurosos y de mayor duración.
Es por ello que el uso de las energías verdes es considerado un gran avance que salvará a la humanidad de su destrucción, la que ha sido fraguada por ella misma. Las renovables, que permiten el uso de fuentes prácticamente inagotables y que no emiten CO2 en su proceso de producción, no solo representan el cuido del medio ambiente sino también una oportunidad de generación de recursos económicos.
Una manera de generar energía de manera sostenible
Un grupo de investigadores que trabaja en la Universidad Técnica de Viena, Austria, ha logrado un gran avance al dar con un método para la reutilización de las pilas desechadas “sembrándolas”. De esta forma transforman los residuos tóxicos asociados a estas “cosechando” metano renovable, una forma de energía que es limpia. Concretamente, los materiales recuperados son el níquel y la alúmina.
La que proviene del papel de aluminio con el que se envuelven las pilas. Esta revolucionaria tecnología (que es similar a este invento que seguramente cambiará al mundo) consiste en la conversión de estos desechos de las pilas que eran muy tóxicos en un nanocatalizador de muy alto rendimiento el cual es clave para transformar el CO2, utilizando hidrógeno, en metano del tipo renovable.
Por lo que este procedimiento es una forma de generación de energía sostenible y limpia. Este proceso, de ser masificado y todo indica que algún día lo será, es el principio de creación de nuevos combustibles verdes para la industria de la energía. Y que al crear metano renovable a partir del CO2 y de elementos de las baterías desechadas, se reducirían en gran medida los residuos contaminantes del ambiente.
Puesto que la mayoría de estos desechos serían reutilizados. Por lo que este avance transformaría las pilas desechadas de un problema ambiental, a un material biodegradable. Con este proceso tan revolucionario se conseguirá que el sector industrial tenga otra visión de estos desechos tecnológicos que son muy comunes además de ser muy difíciles de disponer de ellos… hasta ahora.
El potencial de este descubrimiento hecho por los austríacos
Este avance tiene un gran potencial en el sector de las energías renovables, ya que anualmente se generan miles de millones de pilas usadas pero al convertirlas en biodegradables a través del reciclaje se logra ir de un problema a una solución energética. Al ser tratadas, se logra una gran disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, tanto en el sector de la movilidad como en la industria en general.
Concluyendo, se ha producido el mayor avance del siglo al convertir en biodegradables las pilas usadas y desechadas (este resulta tan crucial como la energía virtual que se creó recientemente). Para ello se aprovecha la alúmina del papel de aluminio de la envoltura de las pilas y del níquel para crear nanocatalizadores que ayudan en la fabricación de metano como combustible.
