Burgos tiene una cala que nadie conoce: paisaje mediterráneo en pleno interior

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Publicado el: 4 de febrero de 2024
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Pozo Azul, Covanera, Burgos

Burgos tiene una cala que muy poca gente conoce, pero que podría convertirse en un sueño hecho realidad. Se llama El Pozo Azul y está ubicada en Covanera, una localidad de Burgos, en medio de una frondosa vegetación. Llama la atención por su preciosa agua cristalina, una imagen hipnótica que te invita a mirar continuamente. Es un manantial que vierte sus aguas de entre 9 y 11 grados al río Rudrón y una perla para el espeleobuceo nacional.

A simple vista puede parecer un charco de agua, pero sus profundidades presumen de una cueva con galerías subterráneas que se sumergen bajo la montaña. Hasta ahora, los espeleólogos experimentados han recorrido hasta 13 km de túnel y se dice, aunque no se ha podido comprobar, que es la cueva submarina más larga del país.

En los sesenta, se enviaron exploraciones a la cala de Burgos. A partir de ese momento, muchos expertos fueron descubriendo nuevos tramos y galerías. Un británico y un holandés del equipo Cave Diving Group incorporaron un kilómetro más a la marca de 2013 en agosto de 2014.

Estuvieron cuatro días sumergidos y, como en otras cuevas sumergidas, en su historia de explotación hubo que despedir a algunos miembros del equipo, ya que este trabajo es una actividad peligrosa. Tras el lamento de varias pérdidas, no está permitido sumergirse si no se está en posesión de una certificación ni experiencia.

Pozo Azul: la cala de Burgos en la que se documentan endemismos

Además de documentarse nuevas vías, la historia de su explotación ha brindado importantes hallazgos sobre su biología. Se han avistado endemismos, nuevas especies acreditadas por el Museo Nacional de Ciencias Naturales. El Pozo Azul es uno de los rincones más frecuentados del valle del Rudrón.

El encanto de la cala de Burgos se vive incluso en las épocas más especiales del año: Navidad. Desde hace más de 16 años, los vecinos acuden en los días previos al 25 de diciembre hasta el manantial para visualizar el “show” de los buzos de buceo Delfín Burgos. Ingresan en el agua para depositar en las profundidades el tradicional Belén.

Uno de los años el pesebre estaba dentro de una réplica de una botella de oxígeno. Se colocó a unos cinco metros de profundidad. El agua cristalina permite que pueda vislumbrarse desde el exterior dotando al paisaje de una imagen celestial.

¿La gente puede bañarse en el Pozo Azul?

Los veranos en Burgos pueden llegar a ser infernales en cuanto a temperatura. El calor abrasador impide a sus habitantes pensar y hacer las tareas más sencillas, pero un buen chapuzón en el Pozo Azul puede significar un giro de 360 grados. Antes de meter el cuerpo y la cabeza debajo del agua, hay que contemplar que está extremadamente fría.

¿Cómo llegar al Pozo Azul?

Para llegar a Covanera desde Burgos hay que tomar la N-623. Son alrededor de 40 minutos en coche. Junto a la carretera nacional, a la altura del pueblo, hay un aparcamiento. Una vez que se deja ahí el vehículo, el usuario debe seguir caminando a pie siguiendo las indicaciones de los carteles. Pronto se cruzará con un puente que pasa por encima del río Rudrón y, dejando el caudal a la izquierda, sigue 300 metros por el sendero hasta el pozo. La zona es virgen (no tiene servicios ni salvamento). El baño es seguro, pero no tanto si se trata de ingresar a la cueva. Dicha actividad queda reservada para los espeólogos experimentados.

El Pozo Azul es un rincón plagado de naturaleza y, aunque en la época estival puede estar plagado de gente porque es pequeño, suele ser un lugar tranquilo para relajarse. Como en todos los espacios naturales, los usuarios que acudan a visitarlo deben ser responsables y llevarse consigo la basura que puedan generar.

Está claro que esta asombrosa cala de Burgos es un lugar increíble para perderse y volver a encontrarse.