El concreto es el material más utilizado en la construcción y es, a su vez, uno de los más nocivos para el medio ambiente. Entre las diferentes alternativas que se investigan, como este material que promete reemplazar al hormigón, encontramos este cemento ecológico que es capaz de limpiar el aire y purificar el agua, desarrollado por un equipo de universitarios mexicanos.
El nuevo cemento ecológico que purifica el aire y el agua
El concreto es un material clave en la construcción, el cual sirve para unir las estructuras y dotarlas de la resistencia y elasticidad necesarias para poder resistir los embates del clima, aislar las construcciones y soportar impactos y movimientos. Sin embargo, por cada tonelada de concreto que se produce, se emite otra tonelada de CO2 al ambiente.
El concreto es también un material aislante e impermeable, algo útil para un edificio, pero que impide que la tierra absorba el agua y los gases nocivos y que, por consiguiente, incrementa el riesgo de inundaciones y el efecto invernadero. Desde hace tiempo se viene buscando una solución efectiva para este gran problema sin mucho éxito hasta ahora.
La respuesta podría estar en mano de un equipo de estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, de la UNAM, que han conseguido desarrollar un concreto ecológico capaz de purificar el aire y el agua gracias a un proceso llamado fotocatálisis. Se trata de dos materiales diferentes aunque desarrollados a partir de la misma base que promete solventar el problema del cemento.
Cómo funciona este cemento ecológico
La clave del cemento ecológico desarrollado por los académicos mexicanos está en la propiedad de la fotocatálisis. Se trata de una reacción que convierte la energía solar en energía química y ayuda a eliminar el CO2 del ambiente cuando el material recibe el impacto de los rayos UV. El segundo material es permeable, por lo que filtra el agua dejándola llegar al sustrato y limpiándola por medio de fotocatálisis.
Las propiedades de este nuevo material son muy prometedoras, ya que puede usarse en edificios, banquetas y jardines. Al permitir el paso del agua hacia el suelo, previene inundaciones y evita la degradación de monumentos históricos, lo que ha sido hasta ahora una fuerte problemática en muchas partes del mundo además de México.
El cemento ecológico está fabricado con materiales reciclados como cascajos, neumáticos desechados y fibras orgánicas, por lo que su producción no emite gases de efecto invernadero. Es capaz de limpiar hasta un 30% de los gases contaminantes del aire y es capaz de convertir las sustancias nocivas del agua de lluvia en nitratos que enriquecen el suelo y previenen la contaminación de las napas.
El problema del concreto fotocatalítico
En general, todas las propiedades de este material son altamente positivas y prometedoras. Ya se ha probado en construcciones de México con éxito y el mismo concreto, al llegar al fin de su vida útil, se puede recuperar y reciclar para producir nuevo material.
Las dificultades que atraviesan por el momento los creadores de este cemento ecológico vienen principalmente del lado de la rentabilidad. Los universitarios no cuentan con una planta productiva, por lo que se fabrica artesanalmente. Esto eleva su coste a cuatro veces el precio regular del concreto tradicional, por lo que no resulta nada accesible.
¿Hay mercado para el cemento fotocatalítico?
Por el momento, se trata de un material incipiente que todavía requiere de fuentes de financiación que permitan su producción a gran escala. No parece que pueda competir con otros desarrollos mejor fundamentados como los ladrillos hechos con huevo, también de origen mexicano, por lo que no se espera que ingrese al mercado en un futuro próximo.
