La piel humana es el próximo producto a desarrollar que está en la mente de un grupo de científicos, esto considerando que hasta ahora no se habían creado máquinas que fueran capaces de reproducir un tejido similar al material natural que cubre el cuerpo de las personas. Veamos de qué trata esta innovación.
Un grupo de científicos se ha abocado a conseguir alternativas a la piel de animales de laboratorio
En realidad no es propiamente tejido humano lo que buscan producir los investigadores implementando una novedosa tecnología de crecimiento celular, sino algo muy parecido, pues se trata de una imitación creada con hidrogeles capaces de interactuar con células vivas, lo que le permitiría a este material crecer y multiplicarse en un entorno adecuado.
Para el reemplazo de las pieles de animales en los procesos de elaboración de productos cosméticos se ha pensado en producir una piel que imite a la de los seres humanos, de modo que pueda emplearse en las pruebas de toxicidad y absorción que normalmente se hace a este tipo de compuestos.
Actualmente se lleva a cabo un proyecto investigativo conjunto entre una compañía austríaca y una hindú con el propósito de desarrollar piel humana artificial mediante impresión 3D, teniendo como base hidrogeles optimizados y células vivas, lo que representará una alternativa para el uso de animales en pruebas cosméticas.
Son pieles que crecen y se multiplican alejadas de los materiales tóxicos pero debe ser acariciada
Los científicos se han visto impulsados a buscar alternativas éticas y sostenibles para sustituir en la realización de pruebas las pieles de animales que hasta ahora se habían estado utilizando, y el impulso lo ha dado la entrada en vigencia de la Directiva 2010/63/UE, la cual ha prohibido el uso de especímenes para la experimentación en países de la Unión Europea.
La piel que esperan desarrollar la Universidad Tecnológica de Graz (TU Graz) en Austria y el Instituto de Tecnología Vellore (VIT) en la India contará con la ventaja de tener una alta humedad y su composición será ideal para el crecimiento celular, aunque para su completo desarrollo requiere estabilización química y de procesos mecánicos no tóxicos.
En una primera fase de pruebas los resultados obtenidos han sido exitosos en cultivo celular y la próxima consistirá en pruebas con nanopartículas y optimización de fórmulas. Sin embargo, el gran reto será que las pieles artificialmente producidas y de alta humedad sean mecánica y químicamente estables.
La clave está en el desarrollo de un método de entrecruzamiento molecular que permita estabilizar el hidrogel sin recurrir a materiales tóxicos, sino únicamente procesos naturales y de carácter suave. En otras palabras, los componentes de estas húmedas pieles requieren de un tratamiento nada exigente, como si se tratara de una caricia.
Un tejido ético artificialmente creado que será a prueba de todo menos al agua
En la piel elaborada será la presencia de hidrogeles con su alto contenido de agua los que permitirán la creación de un entorno óptimo que estimulen el crecimiento y multiplicación de los queratinocitos además de otras células cutáneas, permitiendo que estas puedan darle consistencia a este tejido artificial.
La sobrevivencia de las células durante un periodo de 2-3 semanas ha sido el resultado de las primeras pruebas efectuadas a estas pieles sintéticas, siendo este el primer paso para la validación mediante posteriores evaluaciones cosméticas. Los ensayos a realizar dentro de los estudios comprenden pruebas de:
- Toxicidad
- Absorción
- Resistencia
El tejido producido no solo significará un importante avance en términos éticos, sino que además representará una gigantesca contribución a la sostenibilidad del planeta, considerando que desde hace muchos años se habían venido utilizando animales para los diferentes productos cosméticos que la industria producía.
En conclusión, la convergencia de científicos de distintos países para crear un tejido similar a la piel humana con tecnología 3D es evidencia de la complementariedad de conocimientos que existe en la comunidad científica, donde cada uno aporta su experiencia en áreas como materiales para ingeniería de tejidos y biología molecular.