A partir de los objetivos dispuestos por la Unión Europea para 2035 de sustituir a los coches abastecidos por combustibles fósiles y reducir así las emisiones de carbono, los esfuerzos por lanzar nuevos modelos sostenibles han sido constantes. Sin embargo, los coches eléctricos son los más discutidos por las compañías automotrices que ya han anunciado no poder cumplir a corto plazo.
Actualidad de los coches eléctricos
Existen múltiples inconvenientes para que los coches eléctricos no se hayan instalado en el mercado como debería haber sucedido, si pensamos en darle una solución viable al conflicto climático y darle por fin despedida a los combustibles fósiles.
Sin embargo, se habla del fraude de los coches eléctricos porque la tecnología avanzada utilizada para ofrecer prestaciones que optimicen los beneficios en rendimiento y potencia de los de combustión es muy cara para estar al alcance de todos.
Por lo que las metas para comienzos de la década del ’30 parecen estar muy lejos de la realidad para las compañías fabricantes de vehículos, que ya han anunciado no poder cumplir con los plazos y que la transición de los combustibles fósiles hacia la sostenibilidad será más lenta.
Las políticas existentes para adquirir coches eléctricos
Si bien las naciones comprometidas con la acción climática han lanzado cada una por su parte sus normativas y subvenciones económicas para que cada habitante pueda pasarse a las energías renovables, en términos de movilidad no ha alcanzado para disminuir los precios de mercado.
Los coches eléctricos tienen un valor mucho más alto en su comercialización que los de combustión fósil por la inversión tecnológica en potencia de motor y en baterías más eficientes que ofrezcan mayor autonomía.
Adicionalmente, los repuestos y mantenimiento de los coches eléctricos también son más costosos. Y sumemos a todos estos problemas el de los puntos de repostaje exclusivos y la espera en el tiempo de carga tan extenso.
Todos estos inconvenientes han causado la caída de ventas en coches eléctricos de las compañías automotrices más prestigiosas. Tal es el caso de Toyota, Mercedes Benz, Citroën, Kupra y Caia. Aun Tesla parece mantener sus ventas en alza producto de la fidelidad de sus clientes.
Las decisiones que se han tomado al respecto van desde reducir el valor de mercado hasta más de 10.000 euros en algunos casos por vehículo para ayudar a ascender la tasa de compra. En el lado opuesto, se ha reducido la producción de coches eléctricos por los híbridos.
Otro problema importante que resolver
El fraude de los coches eléctricos también envuelve un problema ecológico original por el cual la fuente de electricidad aun proviene en su mayor porcentaje de centrales térmicas a base de las minas de carbón.
Este es el caso de India, que, debido a su contaminación ambiental, el gobierno ha incentivado la adquisición de coches eléctricos con el 30% de inversión para disminuir el smog y la niebla de carbono constante en 10 de sus más grandes ciudades.
Según informa la Oficina de Eficiencia Energética del Ministerio indio de Energía, de 9.738 estaciones de carga públicas existentes, se pasará en los próximos años a 1,32 millones para poder abastecer a los vehículos que estarán en circulación en los próximos años.
Sin embargo, la energía que debería provenir de fuentes renovables, para el 2030 aún será abastecida en un gran porcentaje por el carbón. Por lo que todos los esfuerzos en modernizar las ciudades y eliminar las emisiones no harán más que duplicarse para el 2050.
Por el momento, la paradoja sigue abierta a discusión. En la medida en que no se invierta en generar energías renovables y en los puntos de recarga, las automotrices seguirán fabricando vehículos a combustión, o en todo caso híbridos. Los coches eléctricos aún esperan mayor aceptación en los consumidores para la transición hacia la sostenibilidad.