La movilidad sostenible está muy avanzada en nuestro país —ya lo viste con esta marca de coches española que ha desembarcado en Estados Unidos—. Sin embargo, ahora comprobamos cómo no siempre estamos a la vanguardia, mal que no pese. ¿La razón? No conocíamos el combustible del que todo el mundo está hablando… hasta ahora, que lo vamos a incorporar en nuestras carreteras.
España, lento pero firme en la movilidad del futuro: una idea generalizada
España ha quedado atrás durante años en la adopción de combustibles renovables en comparación con otros países europeos. Mientras que naciones como Alemania, Francia y los países nórdicos llevan años apostando por biocombustibles como el biodiésel y el bioetanol, aquí su implantación ha sido lenta y limitada.
Esto se debe en parte a la falta de una estrategia nacional clara para impulsar este tipo de combustibles. A diferencia de otros países, aquí no se han establecido objetivos ambiciosos de incorporación de renovables al mix energético en el sector transporte.
Tampoco se han articulado suficientes incentivos fiscales para que los consumidores opten por estas alternativas sostenibles. Sin embargo, la situación está empezando a cambiar. En los últimos años las ventas de vehículos híbridos y eléctricos se han disparado en nuestro país.
Por su parte, algunas petroleras españolas han anunciado planes para expandir la red de suministro de combustibles alternativos. Aunque llegamos tarde, por fin se vislumbra un futuro más verde en la movilidad de nuestro país —una opinión que es generalizada y recogemos por nuestra labor informativa—.
Repsol abre las puertas al combustible alternativo: su compromiso anunciado
Repsol ha anunciado recientemente una inversión millonaria para instalar combustibles alternativos en sus gasolineras. La compañía se ha fijado el objetivo de tener 600 gasolineras con esta opción a corto-medio plazo, ¿qué te parece esta propuesta?
Esta apuesta de Repsol parece un paso importante para impulsar la transición energética en el sector del transporte en España. La compañía está demostrando un firme compromiso con la descarbonización y la sostenibilidad del que hemos hablado en anteriores ocasiones.
La inversión permitirá a Repsol ofrecer combustibles alternativos como el bioetanol, el biodiesel y el biometano en un número significativo de gasolineras. Cuando decimos «alternativo» nos referimos a que todavía está por ver cómo de renovables son (desde la neutralidad que nos caracteriza).
El objetivo de 600 gasolineras con renovables en 2024 es ambicioso pero alcanzable para una compañía con la capacidad técnica y los recursos de Repsol. Si se cumple, la empresa afirma que supondrá un impulso muy positivo para la necesaria transición ecológica en la movilidad en nuestro país.
Los retos que España (y las empresas) deberán afrontar a corto plazo
Aunque los combustibles alternativos representan una gran oportunidad para España, aún hay varios retos por delante antes de que se generalicen su uso. Los hemos repasado en anteriores ocasiones, pero no está de más volver a ponerlos sobre la mesa para concienciar.
Uno de los principales es la logística. Actualmente, la infraestructura de distribución de combustibles fósiles ya está muy desarrollada. Sin embargo, harán falta inversiones importantes para adaptarla a los nuevos combustibles renovables. Esto incluye no solo las gasolineras, sino toda la cadena de suministro.
Otro reto importante son los costes. Aunque han bajado mucho en los últimos años, los combustibles renovables siguen siendo más caros que los tradicionales. Superar esta barrera requerirá políticas públicas de apoyo, como exenciones fiscales, para hacerlos competitivos.
Una vez más, constatamos que el avance de España con la movilidad del futuro es lento, pero firme. Hace poco inauguramos nuestra primera estación de servicio de esta nueva energía, y ahora llega el combustible alternativo que Repsol y otras marcas van a traer. Lo cierto es que todavía queda una pregunta por delante: ¿tomará cartas la Unión Europea con sus planes para 2035? Está por ver.
